jueves, 16 de julio de 2015

D. Pedro Berruezo Gerez (1871-1952). Parte IV



El Alcalde Don Pedro Berruezo, conocedor y preocupado por la precaria situación en que se encontraban muchos obreros, propuso al Ayuntamiento ayudar económicamente a uno de ellos en el litigio que mantenía con la empresa para la que trabajaba, ya que había sufrido un accidente laboral.

Por el Sr. Alcalde (D. Pedro Berruezo Gerez) se manifiesta a los concurrentes que el obrero Cristóbal López García, víctima de un accidente de trabajo en el embarque de mineral de la Sociedad de Explotación de las Minas de Hierro de Bédar, a quien llamaba la Real Academia de Medicina fuera ser reconocido, por haber disparidad en el informe que sobre el mismo habían dado los peritos médicos, habían acudido a su autoridad solicitando recursos para poder trasladarse a Granada, por carecer en absoluto de los medios para ello, y que, deseando que no quedare sin defensa ese desgraciado, había acordado facilitar a dicho obrero de la Caja de la Junta Local de Reformas Sociales la cantidad de 125 pesetas, las cuales reintegrará la sociedad responsable del accidente si aquella docta Corporación diere la razón al obrero, o se abonarán del Capítulo 9º, artículo 14 del Presupuesto, y la Corporación aprueba por unanimidad lo dicho y propuesto por su presidente.
(Actas capitulares. Sesión 5 de junio de 1910. Archivo Municipal de Garrucha)
Ayuntamiento de Garrucha. Hacia 1910.
Extraída de la reedición del libro Historia de Garrucha

No menor era la preocupación de Don Pedro por la salud pública de los vecinos; por ello, apoyó firmemente las medidas preventivas para evitar el posible contagio de cólera que en 1910 se estaba dando en Italia y que podía llegar a Garrucha a través del tráfico marítimo. La Junta de Sanidad local estableció las medidas higiénicas y de otra naturaleza que sirvieran para prevenir la terrible enfermedad; entre éstas se encontraba la petición a los Padres Dominicos para que cedieran un edificio de su propiedad que tenían en Garrucha y que reunía las condiciones idóneas para constituir un centro de epidemiados, ya que se había construido en su momento con la finalidad de ser Hospital.

El conocido médico Don Antonio Lacal Montenegro fue el coordinador de todas estas medidas, a las que colaboró de manera muy activa el farmacéutico D. Federico Moldenhauer, que puso desinteresadamente su laboratorio para lo que fuera necesario.

Bandera de España en 1910

Tras el Desastre del 98, el orgullo patrio se había visto afectado de manera muy notoria. La creencia del ciudadano de a pie de pertenencia a una de las grandes potencias europeas con un Imperio en ultramar se había visto en tela de juicio. Se descubrió la auténtica realidad de un país, que hacía tiempo vivía de la renta de su propia Historia. El pesimismo nacional se acomodó en muchos salones de la intelectualidad española, que lloró la pérdida de aquella gran y vieja España, en la que nunca se ponía el sol. No obstante, una buena parte de la élite intelectual del país apostó por analizar y aprender de las causas que habían desmoralizado a la nación y hacerla resurgir de nuevo. Un nuevo patriotismo, que como ya dijo Ramón y Cajal: Hay un patriotismo infecundo y vano: el orientado hacia el pasado; otro fuerte y activo: el orientado hacia el porvenir. Sin sentimiento de patria, de orgullo nacional, no puede avanzar la nación hacia un futuro próspero; la cohesión de todo el país entorno a una bandera, himno e Historia, es necesaria para su fortalecimiento identitario y, por tanto, para crecer como país. En tiempos sombríos es cuando el sentimiento patrio, que no entiende de ideologías políticas, debe ser más fuerte. Es por ello que ejemplos como el siguiente de Garrucha fueron resaltados por el Alcalde Don Pedro Berruezo Gerez:

A propuesta de la Presidencia (D. Pedro Berruezo Gerez) se ACUERDA: dar un expresivo voto de gracias al Profesor de Instrucción Pública D. Fernando Lacalle Aranda, por el celo y patriotismo que viene demostrando para inculcar en los niños el amor a la Patria, a cuyo efecto costeó, de su peculio particular, una hermosa Bandera Nacional que los niños admiran diariamente en la clase, y a la que cantan canciones patrióticas; la ensalza todos los días con extensas conferencias que dedica a sus alumnos, y a toda fiesta escolar o acto público que lo merece acude con los niños con estandartes y banderas, que también a su costa se hicieron para este fin.
(Actas capitulares. Sesión 16 de octubre de 1910. Archivo Municipal de Garrucha)
El 18 de junio de 1911 se constituyó en Vera la Liga Patriótica para la Defensa y Fomento de Vera y su partido. Una institución que como decía en su base 3ª: "tenderá su gestión a la defensa y fomento de los intereses de la ciudad de Vera, y en caso necesario de los que afecten a los pueblos de su partido, si están relacionados con los de la dicha capitalidad, gestión que se desenvolverá en la esfera gubernamental, económica, intelectual y moral, y desligada en absoluto de todo carácter político." En su base 5ª cláusula A decía que la Liga Patriótica debería "recabar de los altos poderes, las mejoras, socorros, y protección necesarias, para remediar los casos epidémicos existentes o que puedan acontecer, y la crisis que sufren esta ciudad y los pueblos de su partido, desde hace muchos años, y poder contribuir al fomento, desarrollo y afianzamiento de nuestros intereses comerciales, agrícolas, industriales, económicos e intelecto morales."  

Garrucha, a través de su Alcalde Don Pedro Berruezo, se unió a la citada Liga Patriótica:

La Crónica Meridional (Almería, 31/10/1911)


[Continuará]

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