domingo, 16 de diciembre de 2018

El «pasado eterno» que nos brinda el Cronista de Cuevas



Vista parcial de la portada del libro "Relatos Fotográficos de Almería en el siglo XIX. Luces en la historia"

Hablar de don Enrique Fernández Bolea es sinónimo de cultura, de historia, de pasión por conocer el pasado del levante almeriense y, más concretamente, por el de su Cuevas del Almanzora natal. Son numerosos los artículos y libros con los que a lo largo de los años este filólogo románico y prolífico escritor ha dado a conocer al público general la historia cuevana y de su entorno. Sin lugar a dudas, la publicación de cualquiera de sus obras se convierte de manera inmediata en referencia para todos los apasionados del pasado de Almería, y una vez más el Cronista Oficial de Cuevas se ha vuelto a superar, sentando cátedra en esta ocasión con la publicación de “Relatos Fotográficos de Almería en el siglo XIX. Luces en la historia”, editado por Arráez Editores y patrocinado por el Ayuntamiento de Cuevas del Almanzora. La obra, pionera en su género, fue presentada en dicha ciudad el pasado 16 de noviembre, así como en Almería capital el 14 de este mes, y ha sido muy bien acogida por todos los interesados en la cultura almeriense, recibiendo el autor felicitaciones unánimes. Es un libro que desde ya se ha constituido en un pilar esencial para conocer la historia fotográfica decimonónica de Almería. A través de sus 344 páginas, muy cuidadas en su edición, se repasa la fotografía en la provincia desde sus inicios en la segunda mitad del siglo XIX, con incidencia en el retrato y en una selección de acontecimientos y hechos sociales significativos, lo que ameniza su lectura. Todo ello con las oportunas contextualizaciones históricas y descripciones.

Disfrutando ya de la lectura de su magna obra, cariñosamente dedicada por mi estimado amigo y con el que colaboramos durante la elaboración de la misma con la cesión de un retrato fotográfico de don Francisco Berruezo López – uno de los primeros realizados en Almería. Ver: Los Berruezo, entre los primeros fotografiados de Almeria –, sólo queda unirse a las felicitaciones públicas por la joya que nos ha entregado fruto de una profunda investigación.

Cartel oficial de la exposición "La Mirada Sorprendida"
Asimismo, anunciamos la exposición La Mirada Sorprendida. Algo más de cien años de fotografía en Cuevas del Almanzora [1865-1973], que abrirá sus puertas el próximo sábado, 22 de diciembre, en la Sala de Exposiciones de La Tercia [Castillo del Marqués de los Vélez de Cuevas del Almanzora]. Con el fin de divulgar todos aquellos aspectos relacionados con su desarrollo a lo largo de los tres meses en los que permanecerá abierta al público, así como los contenidos de la misma, emplearemos de manera constante este soporte. El visitante que se adentre en el espacio expositivo recorrerá la evolución de la fotografía en nuestra localidad y su comarca desde mediados del siglo XIX, muy poco después de su descubrimiento, hasta los últimos fotógrafos del siglo XX que trabajaron con el blanco y negro. Un relato conciso y ameno, plasmado sobre paneles ilustrados con esmero, nos hará avanzar por ese universo, a la vez complejo y apasionante, de la fotografía. Algunas ampliaciones fotográficas que irán salpicando nuestro recorrido servirán para aproximarnos a esas primeras imágenes documentales, tan escasas en aquellos tiempos de pioneros. La proyección de un audiovisual, realizado a propósito para esta muestra, contribuirá a la comprensión de esa evolución técnica, formal y temática de nuestra fotografía a lo largo de más de una centuria. A estos materiales interpretativos y a las reproducciones ampliadas se añadirá una importante colección de piezas originales relacionadas con el desarrollo del invento de Daguerre y Nièpce: daguerrotipos, ambrotipos, ferrotipos, cámaras fotográficas de diferentes épocas y tipologías, visores de estereoscópicas, retratos en distintos formatos, panorámicas originales encartonadas, tarjetas postales ilustradas, álbumes para fotografías y postales pertenecientes a varios períodos, libros y revistas ilustrados con imágenes cuevanas y otros objetos relacionados. La última sección de la muestra está dedicada al protagonismo que se le ha concedido a nuestro castillo a través de la fotografía, ya que, como es lógico, por su atractivo monumental e interés histórico, ha sido uno de los motivos más requeridos tanto por fotógrafos locales como foráneos. La exposición se clausurará el 22 de marzo de 2019.” [Más información: La Mirada Sorprendida]



sábado, 15 de diciembre de 2018

Se cumplen 175 años del establecimiento de la Casa Comercial de D. Manuel Berruezo Ayora en Garrucha


Vista de Garrucha pocos años después de su independencia en 1861. Fotógrafo: José Rodrigo. Hacia 1875
(Extraída del fondo de imágenes de Almería de la Biblioteca Digital de la Diputación de Almería)

No queremos dejar terminar 2018 sin recordar que este año se cumple el 175 aniversario del establecimiento de la Casa Comercial de D. Manuel Berruezo Ayora en Garrucha, la más antigua del municipio –junto con la Orozco– y una de las más importantes de levante almeriense en el siglo XIX.

En 1843, el mismo año que Isabel II juraba ante las Cortes la Constitución de 1837 al declararse su mayoría de edad, don Manuel Berruezo se instalaba en Garrucha, una por entonces pedanía de Vera de poco más de 1200 habitantes que, como puerto natural de la comarca, empezaba a vivir una bulliciosa actividad económica a raíz de la naciente industria minera. Era joven, apenas tenía 27 años, cuando este todavía bisoño empresario nacido en Turre comenzó a abrirse paso en el mundo de los negocios comerciando en un primer momento con géneros traídos de las Islas Baleares. Tal era su valía que en poco tiempo levantó un imperio económico al calor de la frenética actividad minera y comercial que vivía el levante de Almería en aquella época dorada de su historia.

Empresario polifacético y dinámico no se ciñó a única actividad mercantil, dedicándose a diversos sectores (comercio al por mayor de géneros coloniales y del país, compra-venta de propiedades, industria minera, aceitera, panificadora, vinícola, etcétera) y destacándose rápidamente como uno de los principales capitalistas de aquella primigenia Garrucha. Asimismo, como era propio entre los hombres de su condición, su cada vez mayor peso económico en la región lo llevaría a adentrarse en la política local, siendo designado regidor del Ayuntamiento de Vera en 1849, así como candidato a Diputado a Cortes en las Elecciones Generales de 1858.

Sin lugar a dudas, el cenit de su influencia política y económica en la sociedad garruchera de su tiempo vendría a partir de 1854 cuando acaudilló el deseo de la mayoría de las principales familias de la entonces pedanía veratense para segregarla de su matriz. No fue un camino fácil, pero lo consiguieron y aquel histórico 1 de enero de 1861 la historia y el destino premiaron tanto esfuerzo del empresario turrero, tanta entrega por la conquista de la independencia, con el bastón de Alcalde del neonato Ayuntamiento de Garrucha. Durante su mandato, considerado uno de los mejores que ha tenido la villa, abonó la tierra para que el naciente municipio levantino echara profundas raíces y se asentara sobre una irrevocable constitución, acordando y gestionando con su excelente equipo de Gobierno el establecimiento de todas las infraestructuras propias de un municipio soberano.

A la luz de la historia, la instalación de su Casa Comercial en 1843 fue más allá del ámbito personal y profesional de don Manuel Berruezo Ayora, pues sentó las bases de una profunda vinculación de la familia con Garrucha. Una estrecha relación entre la Casa Berruezo y la localidad levantina que con mayor o menor intensidad ha llegado hasta nuestros días, y que ha dado a la villa seis Alcaldes con este apellido – la familia con más regidores de la historia de Garrucha –, aparte de otras vinculaciones públicas como concejales, jueces municipales y de paz, secretarios municipales, vicecónsules, empresarios, etcétera.

Sello la Casa de Comercio de D. Manuel Berruezo Ayora