A nivel familiar, Don Pedro
Berruezo Soler se casó en tres ocasiones y sólo tres de sus cinco hijos
llegaron a edad adulta.

Tras la muerte de su primera
esposa a la edad de 33 años en 1834, contrajo segundas nupcias con Dña.
Francisca de Salas Martínez en Turre el 20 de diciembre de 1843. Ella era hija
del veterano militar de caballería y también empleado de la Real Hacienda D.
Pedro de Salas Berruezo, y de su mujer Dña. Francisca Martínez Escánez. Sin embargo, la ilusión de rehacer nuevamente su vida
marital se truncó con el inesperado fallecimiento de su segunda esposa en Vera,
a la edad de 27 años, el 3 de marzo de 1844. De este matrimonio quedó un hijo
llamado D. Pedro José, que murió en edad infantil.
Contrajo matrimonio por tercera
y última vez con Dña. María Teresa García Haro. Con ella tuvo un único
hijo, D. Pedro Antonio Berruezo García, nacido en Mojácar en 1854.
También estuvo muy vinculado y ayudó a su hermana Dña. Basilisa Berruezo Soler, tras la pronta muerte de su marido Don Antonio Segura en 1848, y a su sobrino, D. José Segura Berruezo, que siguió los pasos de su tío e hizo carrera en la Real Hacienda en Garrucha, llegando a ostentar el empleo de Administrador de Rentas Estancadas en el municipio.
Finalmente, tras una intensa vida consagrada al servicio público, Don Pedro Berruezo Soler falleció
con las primeras luces del alba del día 21 de marzo de 1878 en su casa de calle
de la Marina de Garrucha. En su domicilio, junto a la viuda Dña. Teresa García Haro, se habían congregado sus hijos D.
Juan Francisco e Isabel Berruezo Torres, D. Pedro A. Berruezo García, primos D. Francisco Berruezo Ayora, D. Francisco
Berruezo López, consortes y demás familia Berruezo y amigos del finado.
Amanecía Garrucha aquella mañana
del primer día de la primavera con la fatídica noticia de la muerte, a los 73
años, de uno de sus mayores Hijos Ilustres, de uno de sus Padres Fundacionales.
Había fallecido un gran prohombre, una figura destacada de la villa que siempre
ocupará un lugar eminente en la Historia del municipio. Fue uno de aquellos
ochos pioneros que constituyeron el primer Ayuntamiento de Garrucha en 1861,
que tanto bien hicieron por el naciente pueblo. La excelente gestión del primer
gobierno municipal dirigido por D. Manuel Berruezo Ayora sentó las bases para
el buen desarrollo y progreso social y económico de Garrucha, aquel pequeño
pueblo que fue el diamante más radiante del levante almeriense.
Las circunstancias históricas y el firme compromiso de Don Pedro Berruezo le llevaron a ser uno de “esos padres de la nueva patria de Garrucha dispuestos a convertirse en los nuevos Washington y Jefferson de la provincia de Almería” en 1861, como escribió el redactor jefe de La Voz de Almería, D. Manuel León, en el artículo que tributó a Don Manuel Berruezo, Primer Alcalde de la villa, en el 140 aniversario de su fallecimiento en 2014.
Su funeral fue una auténtica
manifestación de profundo duelo y en su peregrinación al cementerio municipal
lo acompañaba la práctica totalidad del pueblo, dada la gran estima y cariño
que se le profesaba en todas las clases sociales. Garrucha lloró su pérdida,
quedaba huérfana de uno de sus más importantes valedores, pero no se acabó con
D. Pedro Berruezo Soler la vinculación de su rama familiar con el municipio. Cabe
destacar a su hijo D. Juan Francisco Berruezo Torres, toda una personalidad en
Garrucha como ya se vio en su reseña biográfica; su nieta Dña. Isabel Berruezo
Haro, casada con el propietario y banquero D. José López Campos, asesinado durante
la Guerra Civil, cuyos hijos los López Berruezo fueron comerciantes y banqueros en el levante almeriense durante las primeras décadas del siglo XX; su bisnieta Dña. Ana
Berruezo Martínez, casada con el ilustre abogado y juez municipal de Garrucha, D.
Pedro Cervantes Gerez, asesinado durante la Guerra Civil.
Además, a través de su otro hijo,
D. Pedro A. Berruezo García, Comendador de la Real Orden de Isabel la Católica,
continuó la saga familiar de servicio en el funcionariado de la Real Hacienda, desarrollando
la mayor parte de su carrera profesional en Cataluña.
Actualmente, extinto ya el
apellido en línea masculina por diversas fatalidades de la vida que hicieron
que sólo las mujeres continuaran esta estirpe, todavía existen buenos ejemplos
del carácter bondadoso y de abnegación que caracterizó a Don Pedro Berruezo
Soler. Doña María Teresa Ituarte Mata, tataranieta del patriarca por línea
materna, por cuyas venas corre la misma sangre de este patricio padre fundacional de
Garrucha, dignifica y da lustre al apellido Berruezo con su fuerte compromiso
y ayuda a la investigación histórica familiar.
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