D. Ramón de Cala Barea (http://www.entornoajerez.com) |
Quién iba a decirle a Ramón de
Cala López cuando nació en Jerez de la Frontera allá por el año 1864 que unas décadas más tarde iba a convertirse en uno de los principales eruditos de
la historia del levante almeriense, a más de 450 km de distancia.
Nuestro querido jerezano era hijo
de D. Ramón de Cala Barea y Dña. Josefa López Martínez. Su padre fue un hombre
de raza, un destacado político republicano que colaboró activamente en la
Revolución de 1868 que destronó a Isabel II, siendo Presidente de la Junta
Revolucionaria de Jerez. Además, fue Concejal del Ayuntamiento jerezano, así
como Diputado a Cortes y Senador durante el Gobierno Provisional y la I República,
llegando a ser Vicepresidente del Congreso de los Diputados. También De Cala
Barea fue un aguerrido periodista, siendo Director del periódico “La Igualdad”
y redactor de “El Combate”.
Ramón de Cala López, pese a que
su pasión fue la historia, particularmente la arqueología y la numismática, era
de profesión farmacéutico y a finales del siglo XIX se trasladó a vivir con su
familia a la ciudad minera de Cuevas del Almanzora. Aquí montó una Farmacia y
en la cercana Herrerías estableció un laboratorio de Análisis Químico.
Pronto entró en contacto y trabó
amistad con intelectuales locales de la talla de Sola, Almunia, Siret o Flores
González-Grano de Oro. Particularmente estrecha fue su relación con el
ingeniero de minas belga Luis Siret, fascinándose con los trabajos de
arqueología de éste. Además, junto a su amigo el erudito cuevano Miguel Flores
González-Grano de Oro decidió escribir la historia de algunos de los pueblos
del levante almeriense. Así pues, en coautoría con González-Grano de Oro,
publicó las monografías históricas “La Fiesta de Moros y Cristianos en la Villa de Carboneras” (1919), “Garrucha” (1920) e “Informe
histórico sobre Cuevas” (1921). Estas obras se unen a su artículo “Sorbas,
apuntes de un viajero” publicado en 1916 en la revista de la Sociedad de Estudios Almerienses, y a una
monografía que publicó en el periódico “El Guadalete” de Jerez en 1891. Asimismo, proyectó
la publicación de estudios históricos sobre Mojácar, Turre, Sorbas y Cuevas, pero
una tragedia familiar le hizo abandonar estos proyectos.
El 28 de octubre de 1918 falleció
en Herrerías de gripe española su hijo Ramón de Cala Ordoñez a la edad de 20
años. La muerte de su hijo, que compartía con él la afición por la historia, lo
sumió en una profunda depresión que lo haría apartarse progresivamente de las
investigaciones históricas. Para más inri fue el segundo hijo varón que perdió,
pues el primero, de igual nombre, murió en 1893, con tan sólo 19 meses de edad.
Sólo le quedaban sus hijas Josefa y Enriqueta.
Poco se sabe de la vida de Ramón
de Cala López más allá de 1927, parece que se marchó con su familia a otro
punto de la geografía española, quizá regresó a Jerez. Se perdió tan importante sabio para la
historia levantina, como hacía tiempo que se había perdido su desconsolado corazón…
Ramón de Cala López era hermano de mi abuelo, luis de Cala López.
ResponderEliminarMi abuelo murió en 1942. Su hija mi madre murió en l975. Cuando murió Ramón de Cala López?