Casino de Dalías (Almería) en 1911. Una edificación posiblemente similar debió tener el de Garrucha (Extraída de Archivo Diputación Almería) |
En el siglo XIX surgieron en la
mayoría de municipios españoles de cierta importancia una serie de clubs de caballeros llamados Casinos. Eran sociedades de recreo creadas por
y para la burguesía y la aristocracia, en cuyos centros socializaban y se
esparcían.
A rasgos generales, las
actividades desarrolladas por los socios de los Casinos solían ser: la lectura
de prensa y libros en la biblioteca del centro, la celebración de conciertos y
bailes, y la práctica de juegos autorizados como el billar, el ajedrez o los
naipes. También, dado lo selecto de sus asociados, se hablaba de política y
negocios, todo ello normalmente amenizado con puros habanos y buenos licores de
importación.
En la rica Garrucha decimonónica
de la minería y el comercio, de los ilustrados hombres de negocios y las
variadas casas consulares, no tardó en surgir este tipo de clubs de recreo para
la alta sociedad.
Tras la constitución de Garrucha
en 1861, los hermanos Orozco Segura junto con otras familias de comerciantes e industriales de la villa, como la Berruezo o la Anglada, promovieron la constitución del
primer Casino del municipio, aunque a mediados de la década de 1890
desapareció, quizá motivado por diferencias entre sus asociados.
Sin embargo, pocos años después,
en 1900 volvió a fraguarse de nuevo la idea de su establecimiento, ya que los
prohombres de Garrucha y los forasteros vieron la necesidad de tener un lugar
de encuentro donde “combatir el
aburrimiento” y estrechar los lazos de amistad, así como erigir una
institución de notables con la que coadyuvar al mejoramiento de la villa. En
este sentido, la prensa garruchera escribió:
“La falta en Garrucha de un lugar de
esparcimiento y honesto recreo, en donde se reúnan las clases más pudientes y
más ilustradas, nos ha hecho concebir la idea de fundar un Casino. […] Sobran
elementos para su creación y sostenimiento, y siempre honra a un pueblo el
poseer un local en donde poder ofrecer a los forasteros cultos que nos visitan,
especialmente en época veraniega, amena distracción y trato social agradable. […]
Los Casinos suelen ser en localidades como Garrucha, que se asientan en las
frescas orillas del mar, centro atractivo para veraneantes, siendo casi siempre
los encargados de proponer y hasta costear fiestas, que sirvan de recreo
público. La vida social no reclama solamente se fomente la instrucción y se
desarrolle la cultura; los pueblos laboriosos, los que viven del ejercicio de
la industria, del comercio, de las profesiones, necesitan círculos recreativos
en donde se ofrezcan por un precio módico distracciones y descanso para reparar
las fuerzas empleadas en la labor diaria. En Garrucha, pueblo eminentemente
comercial puede ser también de gran utilidad el Casino, pues allí los
comerciantes cambiarían sus impresiones acerca de los negocios, estableciéndose
así una especie de Bolsa, en donde se reflejase la marcha del mercado”.
(El Eco de Levante, Garrucha, 16
de julio de 1900)
En octubre de 1900 se constituyó
finalmente el nuevo Casino de Garrucha. Ello fue posible gracias al concurso y
el esfuerzo de familias como la Berruezo, Fuentes, Segura, Abellán,
Bueno, Gea... y forasteras asentadas en el municipio como la Juaristi.
Primera Junta Directa tras la refundación del Casino en 1900. Nota de El Eco de Levante, Garrucha, 9/10/1900 |
La prensa de Garrucha celebró la
fundación del club, ya que “un Casino en
condiciones convenientes, será un establecimiento que honrará a Garrucha. Una
asociación bien constituida, puede servir de práctica y ejemplo para otras
asociaciones provechosas y fecundas en beneficios para la población, pues ella
ha de ser núcleo de unión y fraternidad de todo el vecindario, que cuando
llegue a comprender su interés, verá que en la unión está la paz, la
tranquilidad y la prosperidad de los pueblos”. (El Eco de Levante, Garrucha, 17
de octubre de 1900)
El Casino de Garrucha fue una
institución con gran poder político y económico en el municipio, dado el cariz de sus asociados. Estaba compuesto por unos 50 socios sobre una población de 6000 habitantes.
Gracias al único Reglamento que
se tiene constancia que se conserva y que está en el Archivo Histórico
Provincial de Almería, de 1907, puede conocerse el objetivo del Casino en su artículo 1º:
“Esta sociedad denominada "Casino de
Garrucha" tiene por objeto estrechar las relaciones de amistad entre sus asociados,
procurándoles, así como a sus familias, los recreos y esparcimientos propios de
personas cultas; coadyuvando al mejoramiento moral y material de esta
localidad, cuando así lo acuerde.”
En el citado Reglamento se
establece que la Junta Directiva para la Administración y el gobierno del club se
elegirá anualmente y se compondrá de: un Presidente, un Vicepresidente, un
Tesorero, un Secretario-Contador, un Bibliotecario y 4 vocales. Asimismo, los
ingresos del Casino derivarán de las cuotas de sus miembros. El pago de
inscripción o entrada era de 25 pesetas y la tasa mensual de 2 pesetas.
Sobre el modo de ingreso también
sabemos cómo se hacía. El aspirante debía mandar una carta razonada al
Presidente del Casino, acompañada también por la firma de un socio del club que
avalase que el candidato conocía el Reglamento del club y que era persona
respetable, digna de su ingreso en la sociedad. Tras esta formalidad, el
Presidente colocaba en el tablón del Casino el nombre del aspirante durante
ocho días por si alguno de los miembros tuviese alguna objeción. Pasado este
tiempo y si no había habido ninguna manifestación contraria, se votaba el
ingreso del candidato de manera secreta, siendo condición para su admisión que
fuese aprobado por mayoría absoluta.
Asimismo, todo socio tenía
derecho a llevar al Casino a amigos que estuviesen de visita en Garrucha,
aunque por límite de 15 días. Si excedían este tiempo, deberían ingresar en la
sociedad.
Las atribuciones de la Junta
Directiva eran:
- Cuidar de la observancia de este Reglamento y decidir las dudas que ocurran en su aplicación.
- Reunir la Junta General siempre que lo crea necesario o lo pidan diez socios.
- Nombrar y separar los empleados y reglamentar el servicio.
- Fijar las cuotas que han de abonarse por los juegos permitidos en la Sociedad, así como el límite a que debe llegarse en la valoración de los mismos.
- Invertir los fondos ordinarios de la Sociedad y sus ingresos en la forma más útil y conveniente a la misma, pero sin que en ningún caso puedan verificarse compras ni realizar gasto alguno que no sea satisfecho al contado.
- Expulsar y suspender por los días que juzgue conveniente la entrada de un socio en el local, cuando por aquel se haya cometido alguna falta que le haga acreedor de ello, dando cuenta a la General.
- Formular y presentar en las Juntas Generales ordinarias de cada año, juntamente con la Memoria dando cuenta de la Administración los presupuestos para el año siguiente.
D. Cleofás Berruezo |
La época dorada de la institución
va a venir de la mano de don Cleofás Berruezo Castaño. Este insigne Berruezo
fue Presidente del Casino de Garrucha, al menos, de 1910 a 1934. Bajo su
mandato, la llamada sociedad aristocrática de Garrucha vivió un gran impulso y
consolidación, ya que en 1910 promovió que
esta asociación contase con un edificio adecuado a sus cada vez mayores necesidades.
Y así se hizo, se adquirió y reformó una casa en el Paseo del Malecón, que
lindaba por la parte S.O. con la caseta de la Dirección de Sanidad Marítima, y
que costó 6000 pesetas de la época. Si tenemos en cuenta que el precio medio de una casa en Garrucha era de unas 2000 pesetas, el Casino debió ser de cierta
envergadura. La mayor parte del gasto lo costeó de su bolsillo don Cleofás
Berruezo. A este respecto la prensa escribió:
Desde
hace pocos días ocupa su nueva casa la sociedad Casino de Garrucha. Esta culta
agrupación acariciaba desde su fundación la halagadora idea de adquirir un
inmueble con las condiciones necesarias para desarrollar su potente vida.
Todos los Presidentes, cual más, cual menos, han hecho algunos trabajos, sin
lograr el apetecido éxito. Al actual, el Señor don Cleofás Berruezo, le estaba
reservada tal honra; bien es verdad que personas que, como el señor Berruezo,
consagran a la idea toda su actividad y todo su tiempo, y lo que más raro, su dinero,
y no en pequeña cantidad, personas así, hay pocas, muy pocas.
El
edificio, situado en la parte más céntrica y hermosa del Malecón, ha sido
convenientemente reformado, reconstruyéndose por completo la fachada de la
plaza de Abastos, y mejorando su distribución interior; si a esto se une la
pavimentación y los hermosos zócalos de mármol que le ha colocado, y el pintado
y barnizado de techos, puertas y ventanas, así como la completa instalación de
timbres y alumbrado eléctrico y el supletorio de acetileno, ya puede figurarse
el lector qué hermoso aspecto presentará. Dentro de breves días llegarán los
materiales de hierro necesarios para la marquesina que se va a colocar en la
fachada que mira al mar, complemento de toda la obra hecha.
Ya
tienen, pues, los habitantes de Garrucha y la numerosa colonia que nos visita
todos los veranos, un centro de reunión y solaz digno de todos.
(La Independencia, Almería, 30 de
junio de 1911)
La nueva sede inaugurada en 1911 contaba
entre sus dependencias con salón de lectura y biblioteca, estancia para veladas
artístico-literarias, bailes y conciertos, sala para los juegos permitidos
(billar y cartas), y estancia con cocina y bar donde charlar en un clima
distendido sobre política y negocios.
El Casino se convirtió en uno de
los grandes pilares sociales de Garrucha y no limitó su actividad únicamente al
disfrute de sus instalaciones por parte de sus socios. Se tiene constancia que subvencionaba
el Patronato del Cementerio (una de las instituciones culturales más
importantes de la villa) y Asociaciones de Caridad. También contribuyó de
manera importante a favorecer la estabilidad del turismo, promovió rifas
solidarias para atender a los más necesitados y patrocinó fiestas populares con
las que amenizar la vida del municipio.
Junta Directiva del Casino en 1914 Nota del periódico La Independencia (Almería, 28/1/1914) |
Asimismo, como centro de reunión
de los grandes propietarios, comerciantes e industriales de Garrucha, fue una
importante institución de presión para la consecución de todo tipo de mejoras
para el municipio. A modo de ejemplo puede citarse el telegrama que remitió en
1919 el Casino de Garrucha, a través de su Presidente, al Gobernador Civil
solicitando que le comunicase al Ministro de Fomento, Sr. Cambó, que lleve a
buen término su promesa de construcción del ferrocarril de vía ancha que
partiendo de Zurgena iba a llegar a Garrucha, ya que ello ayudaría a remediar
la falta de trabajo de los obreros:
Aflictiva
situación en esta comarca oriental, la más rica de la provincia, que da mayor
contingente de emigración obrera por absoluta carencia de trabajos, necesita
urgente atención poderes públicos.
Ministro
señor Cambó ofreció proyecto ley ferrocarril vía ancha Zurgena Garrucha
construcción por el Estado, obra salvadora haría resurgir esta zona
incomunicada.
Este
Casino integrado por comerciantes, ha acordado telegrafiar hoy al ministro
pidiendo cumplimiento promesa construcción indicado ferrocarril.
Estimaremos
V.S. apoye nuestra demanda
Presidente Casino de
Garrucha, Cleofás Berruezo
(Transcripción del telegrama. El
Diario de Almería, 20 de febrero de 1919)
Don Cleofás Berruezo Castaño, tras
más de veinte años al frente del Casino se apartó de la primera línea, a los
ochenta años, y le sucedió en la presidencia de la distinguida institución
local su familiar D. José López Berruezo. No obstante, y pese a su avanzada
edad, don Cleofás no se retiró de este resorte de poder y pasó a ostentar la Vicepresidencia
hasta su muerte dos años más tarde, en diciembre de 1936. Sin lugar a dudas fue
el alma del Casino, el miembro más representativo de esta elitista sociedad de
prohombres a la que perteneció toda la familia Berruezo.
Sello del Casino de Garrucha y firma de su Presidente D. Cleofás Berruezo (Archivo Histórico Provincial de Almería) |
Por otro lado, y en imitación al
Casino, la clase obrera y artesana de Garrucha fundó en junio de 1909 el Círculo de Amigos. Bajo la presidencia
de D. Diego García Mellado echó a andar esta sociedad de recreo que, según les aconsejó
en su inauguración el médico, orador y pensador cuevano D. Juan González
Flores, debería tener los siguientes propósitos:
- Fomentar la educación y la cultura.
- Leer muchos periódicos y comprar muchos libros [sic], hasta dotar al Círculo de una buena Biblioteca.
- Celebrar frecuentes conferencias y veladas artísticas.
- Fundar escuelas y procurar la instrucción del obrero.
Sobre el devenir del Círculo de
Amigos, poco se sabe, tan sólo que en 1925 ya había dejado de funcionar pues no
aparece entre las sociedades de Garrucha en el Anuario de Almería de ese año.
No obstante, dada la enorme crisis que comenzará a vivir la clase obrera en el
municipio como consecuencia de la paralización de las actividades comerciales e
industriales a raíz de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), parece razonable
suponer que esta sociedad de recreo perderá socios y, por tanto, ingresos con
los que llevar a cabo sus loables proyectos. Ello terminará por acabar con esta
asociación. Además, ya existían en el municipio sindicatos obreros con fines
similares al del Círculo de Amigos, por lo que no tuvo un carácter tan
exclusivo como el Casino.
Por su parte, el Casino parece que
soportó mejor la citada crisis económica, dado el carácter de sus socios,
aunque su final vino con el inicio de la Guerra Civil en 1936. Tampoco parece que se reinstaurase tras el conflicto bélico, ya que en el Registro de Asociaciones aprobadas por el Gobernador Civil en 1940 no consta. Se iniciaba otra época en el municipio, atrás quedaban ya los esplendorosos años de Garrucha y su célebre Casino.
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