domingo, 17 de diciembre de 2017

La fracasada conspiración política contra D. Francisco Berruezo López en 1879


D. Francisco Berruezo López. 1864.
El 24 de abril de 1874 falleció en su casa-palacio del Paseo del Malecón don Manuel Berruezo Ayora, líder del partido Unión Liberal en Garrucha. Desde la fundación del partido en 1858 había acaudillado a esta facción política de corte centrista bajo cuyas filas se encontraban figuras tan destacadas de la historia local como don Bernardo Gerez Soler, don Pedro Berruezo Soler y jóvenes como don Francisco Berruezo López, don Cleofás Berruezo Castaño o don Miguel Sáez Rodríguez.

La muerte de D. Manuel Berruezo originó un vacío de poder entre los unionistas garrucheros, y fueron varios los candidatos que intentaron hacerse con la jefatura. Sin embargo, el relevo tras la muerte del patriarca político no fue sencillo, pues añadido a su fallecimiento vino también la desaparición de la Unión Liberal en 1874 y la integración de la mayoría de los unionistas, según sus intereses ideológicos, en los dos grandes partidos dinásticos surgidos en la Restauración Borbónica: el Liberal Conservador de Cánovas del Castillo y el Liberal Fusionista de Sagasta.

Todo parece indicar que el sucesor político de don Manuel Berruezo Ayora fue su sobrino, don Francisco Berruezo López, mano derecha de su tío y que ya con poco más de 30 años se había convertido en un consagrado y exitoso empresario. Sin embargo, sus adversarios políticos, tanto correligionarios como oponentes, no le pusieron fácil la sucesión e intentaron menoscabar la notoria influencia de la Casa Berruezo en la política garruchera. Probaron la determinación del joven Berruezo, su fortaleza ahora que ya no estaba la todopoderosa sombra de su tío, y lo que no imaginaban es que don Francisco Berruezo caminaba con pies de plomo, y que ningún viento, por fuerte que fuese, podía hacerlo caer, pues si aguerrido fue don Manuel Berruezo más aún lo fue su sobrino.

Vista panorámica de Garrucha a principios de siglo XX. Fotógrafo: F. de Blain
(http://www.portalmanzora.es/a/modules.php?name=coppermine&file=displayimagepopup&pid=6217&fullsize=1)

En la sesión plenaria del 15 de junio de 1879 la Corporación Municipal del Ayuntamiento de Garrucha, presidido por el conservador don Asensio Fernández Morán, acordó exonerar del cargo de concejal a don Francisco Berruezo López, Primer Teniente de Alcalde por aquel entonces. No cuesta imaginar la sonrisa de satisfacción de los conservadores, al haber eliminado políticamente con este acuerdo a un destacado opositor, y de traición de sus correligionarios, los liberales, que, promovidos por los concejales don Miguel Sáez y don Diego León Caparrós, habían consumado de esta manera la conspiración contra su “amigo”.

D. Miguel Sáez Rodríguez. Hacia 1880
(Extraída de Memoria fotográfica de Garrucha (1838-1936) 
La Historia Quieta. Vol. III.
Ed: Ayto. de Garrucha. Autor: Juan Grima.)
Parece evidente que Sáez, antiguo empleado de la Casa Comercial de don Manuel Berruezo, buscaba con esto promocionarse, ya que, al neutralizar a Berruezo, podría con más facilidad ascender en su carrera política y hacerse con la jefatura del Partido Liberal. Por ello, en el citado Pleno rescató una vieja petición de dimisión que había solicitado don Francisco Berruezo en septiembre del año anterior, en la que aludiendo a la posible incompatibilidad de su cargo como concejal y Vicecónsul de Portugal solicitaba su cese como edil. Dimisión que entonces fue rechazada, por no existir tal incompatibilidad legal, y que ahora, a propuesta de D. Miguel Sáez, había sido aceptada de manera “extraña y anómala”, en ausencia y sin conocimiento del Sr. Berruezo.

Las discrepancias políticas entre Sáez y Berruezo parece ser que venían de antes y ya se habían puesto de manifiesto en un Pleno anterior, celebrado el 1 de junio de 1879, en el que se debatió sobre la incapacidad como edil de D. Ramón Cervantes Cervantes, concejal electo de Garrucha, ya que éste no era vecino de la villa sino residente en la misma. En la votación que se llevó a cabo don Francisco Berruezo votó a favor de su capacitación como concejal mientras que D. Miguel Sáez lo hizo en contra, junto a 5 de los 9 ediles, por lo que Cervantes quedó incapacitado como concejal.

Don Francisco Berruezo López quedó atónito ante el acuerdo de exoneración de su persona que había tomado el Ayuntamiento y procedió a actuar, pues como él dijo: “Preciso es por decoro defenderse”. Al día siguiente, 16 de junio, remitió a la Excma. Comisión Provincial de Almería el oportuno recurso de agravios para que el mencionado acuerdo no prosperase y fuese revocado; como él mismo diría: “Aparte de la improcedencia del acuerdo en su fondo, resulta en él con marcadísimo tinte de apasionamiento la irregularidad en la forma, pues para declarar la pérdida del cargo se da por supuesta una dimisión que hoy no existe”.

A esta traición política se va a unir la pérdida de un gran apoyo político para él, pues dicho día 16 murió su suegro, don Bernardo Gerez Soler, viejo político liberal y concejal en el momento de su fallecimiento, que había sido Alcalde en 1873 y uno de los padres fundadores de Garrucha, junto a don Manuel Berruezo Ayora, en 1861.

Pese a todo, D. Francisco Berruezo no se amilanó y prosiguió con su defensa política. Él mismo llegó a pensar, tratando de entender la conspiración, si tal felonía “¿será que habrá faltado a la idea de confianza que debe a sus colegas, o que no llena la alta misión que le está encomendada? Y si esto no es así, ¿de dónde ahora ese espíritu de justicia por atender esa incapacidad? ¿Cómo, pues, quienes tan celosos se muestran, no ven la viga en sus ojos para encontrar la mota en el ajeno, toda vez que el iniciador D. Miguel Sáez Rodríguez es Estanquero, y lo es también D. Diego León Caparrós? ”, como expuso en su escrito.

Aunque no se ha podido seguir documentalmente cómo acabaron estos hechos de manera concreta, pues el Archivo Municipal de Garrucha está en proceso de recuperación y catalogación, parece lógico pensar que D. Francisco Berruezo López logró imponerse a sus "conspiradores" y su forzada dimisión quedó en suspenso, ya que durante los años siguientes siguió siendo concejal, regidor síndico e incluso Alcalde de Garrucha de 1887 a 1889.

Sin lugar a dudas, a finales del siglo XIX y principios del siglo XX el peso político de don Francisco Berruezo en Garrucha fue muy importante, siendo uno de los más firmes pilares locales sobre los que se asentaron Diputados liberales como Anglada o Barcia. Con los años, Berruezo avanzaría ideológicamente hacia un republicanismo posibilista, llegando a ostentar la jefatura de los republicanos. Asimismo, fue uno de los mayores apoyos de su hijo D. Pedro Berruezo Gerez como Alcalde de Garrucha largos años en el primer tercio del siglo XX. 


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