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D. Francisco Berruezo López. Hacia 1900 |
Contaban los mayores que algo
cambió en Garrucha aquella fatídica mañana del jueves 15 de febrero de 1917,
que una sensación de tristeza, vacío y apatía se instaló desde entonces en el
bello pueblo marinero del comercio y la minería. Exagerada o no esta apreciación,
lo cierto es que la pérdida de don Francisco Berruezo López supuso un duro
golpe para el municipio.
Eran las nueve y media de la
mañana de aquel día de doloroso recuerdo cuando el venerable anciano cerró los
ojos para no volverlos a abrir más. Atrás quedaba ya una vida de éxito, donde
destacó en muchos aspectos, pues a lo largo de sus 75 años fue un próspero
comerciante, industrial, potente inversor minero, rico propietario, Vicecónsul
de Portugal y un gran político local, siendo, además, Alcalde de Garrucha en el último
tercio del siglo XIX. Tampoco conviene olvidar que fue un firme impulsor y
sostén de las tradiciones populares del municipio y que fue agraciado por el
Rey Alfonso XII con el título de Caballero de la Real Orden de Isabel La
Católica en 1885. Asimismo, siempre apoyó toda causa regeneracionista que
buscase el progreso y la mejora de Garrucha.
La noticia del fallecimiento de
don Francisco Berruezo López corrió como la pólvora por Garrucha y una ola de
consternación sacudió al municipio. Cientos de personas se agolparon en cuestión
de poco tiempo en torno a la casa del fallecido, deseosas de acompañar a la
familia en estos duros momentos. Contaban que fue tal la masificación de gente que se reunió
en la plaza de Abastos (actual Pedro Gea), donde estaba su domicilio, que las
autoridades municipales tuvieron que requerir los servicios de las fuerzas del
orden para evitar incidentes.
Pero qué mejor que sea la prensa
de época la que nos recuerde esta efeméride de triste recuerdo familiar de la
cual se cumplirá el próximo día 15 el Centenario:
D. Francisco Berruezo López
El
telégrafo con su triste laconismo nos comunica una fatal noticia. Desde la
mañana del 15 de actual llora Garrucha la pérdida de una relevante personalidad
de aquel pueblo, don Francisco Berruezo López, que a su desahogada posición
social unía tal respetabilidad y tales condiciones de carácter, que mereció
durante su larga y caballerosa vida la estimación unánime de cuantos le
conocieron.
En
política fue siempre liberal y hoy militaba en las filas de los incondicionales
amigos del ilustrado diputado a Cortes por Vera don Augusto Barcia. Los
achaques de sus últimos años le tenían algo retraído en el seno de su amorosa
familia, y aunque su naturaleza se resentía por el desgaste de los años, su
espíritu juvenil y abierto a todo lo noble y lo altruista, le daba alientos
para luchar con sus males, sin que jamás perdiera aquel “sprit”, aquel
humorismo tan fino, tan discreto… ¡tan suyo!
En
esta casa de EL DIA se le estimaba y se le quería de todo corazón. Por eso su
muerte nos ha impresionado grandemente dejándonos en el alma perdurable
amargura…
A
sus hijos, por quienes tanto afecto sentimos; a su hijo político nuestro
entrañable amigo y correligionario D. Simón Fuentes, y a toda su distinguida
familia enviamos la expresión de nuestro más profundo pesar, tan grande como el
cariño que en vida tuvimos al caballero sin tacha que se llamó don Francisco
Berruezo López.
(El Día, Almería, 17 de febrero
de 1917)
D. Francisco Berruezo López
Hoy
ha tenido lugar en esta población (Garrucha) el entierro de don Francisco
Berruezo López, caballero de la Real Orden de Isabel la Católica y vicecónsul
de Portugal en esta villa, cuyo fallecimiento a los setenta y siete años de
edad, tuvo lugar ayer a las nueve y media de la mañana.
No
queremos dejar que pase tan triste acontecimiento sin tributar un respetuoso
recuerdo al que en vida fue una distinguida personalidad, de lo más selecto de
esta sociedad, y que por sus excelentes condiciones de bondad y caballerosidad,
bien definidas en todos sus actos, así públicos como privados, mereció el
aprecio y consideración de todos cuantos tuvimos la alta honra de frecuentar su
amistad. Y ello lo acredita, la nunca vista manifestación de profundo duelo que
se le hizo, a la que no solo contribuyó este pueblo sino que de los limítrofes
hubo inmensa afluencia de forasteros de todas las clases sociales que rindieron
al finado el último y más estimable de los homenajes, acompañándolo hasta su
última morada.
En
señal de duelo, el comercio sin excepción cerró sus puertas, presentando
Garrucha el más triste de los aspectos.
Llevaron
las cintas del riquísimo féretro los señores don Pedro Gea López, banquero; don
Gonzalo Plá y Oliva, comerciante; don José López Campos, comerciante; don
Antonio Lacal Montenegro, médico; D. Telesforo Segura López, comerciante; y don
Pedro Cánovas, propietario de Turre.
Presidieron
el duelo D. Simón Fuentes, hijo político del finado; D. Juan José Giménez
Canga-Argüelles y don José Fuentes Caparrós.
Reiteramos
nuestro más sentido pésame a la respetable familia del que en vida fue nuestro
entrañable y cariñoso amigo.
EL CORRESPONSAL
Garrucha 16 Febrero 1917
(El Día, Almería, 20 de febrero
de 1917)
Al cementerio municipal llegó la
imponente comitiva fúnebre compuesta por decenas de personalidades de Garrucha
y otras localidades, Autoridades Municipales, Cuerpo Consular, Hermandades… así
como un inmenso gentío que lloró desconsoladamente la muerte de un hombre bueno
que consagró su vida por y para Garrucha.
En el Panteón que él mismo
mandó construir décadas atrás se le dio sepultura envuelto en la aureola de
gratitud del pueblo de Garrucha, entre la gran admiración y cariño que le profesó en
vida el levante almeriense.
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