La fundición San Antonio fue la decana de las establecidas en el levante almeriense. Se encontraba ubicada en Los Lobos (Cuevas del Almanzora), lindando con la Rambla de Boca Mairena, en las inmediaciones del Barranco del Jaroso, donde en 1838 se habían descubierto los ricos filones de plomo argentífero.
Bajo el primigenio nombre de Contra Viento y Marea comenzó su labor
industrial en 1839, de manos de su propietario D. Francisco Scotto, beneficiando
los minerales plúmbicos que extraía la sociedad Carmen y Consortes de Sierra Almagrera. Sin embargo, pocos años
después sus ocho hornos cesarían su actividad al no poder competir con las
otras fábricas metalúrgicas establecidas en la zona.
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Vista de la chimenea que se conserva Cortesía Isabel M. Simón Castaño |
Poco después, en 1861 la
fundición cambió nuevamente de nombre, denominándose San Antonio, y propietario,
pues pasó a pertenecer a la Sociedad
Pascual Ayuso y Compañía. Sin embargo, la fábrica seguía sin dar los
beneficios pretendidos, por lo que su situación económica era inestable. Aprovechando
esta tesitura, en febrero de 1865 D. José María Labernia Cruz adquirió la
fundición, siendo desde entonces su único propietario.
Labernia era un comerciante oriolano
asentado en Garrucha en la década de 1850, aunque a principios de 1860 se
trasladó a vivir a Cuevas del Almanzora. En el levante almeriense hizo buenas
amistades, a destacar: don Guillermo H. Huelin, los hermanos Fernández Manchón,
Orozco Segura y Berruezo Ayora. Particularmente, con el potentado don Manuel
Berruezo Ayora mantuvo una estrecha amistad personal y profesional. Tanto fue
así que acabó por emparentarse con la familia Berruezo y se casó con doña Antonia
Berruezo Martínez, hija de don Antonio Berruezo Ayora.
Sin lugar a dudas, la fundición
San Antonio, bajo la propiedad de Labernia, vivió su esplendor metalúrgico y se
situó entre las grandes de su sector en el levante almeriense. Tras su adquisición,
don José María Labernia puso al frente de la fábrica, como gerente, a D. José
Vitoria Guirao. Este hombre, con experiencia en la industria minera, hizo una
gestión eficaz de la fundición y en los cinco primeros años (1865-1870) desde
su llegada obtuvo grandes beneficios: 2.118.635 reales.
En mayo de 1870 Labernia se asoció con los hermanos Fernández Manchón y don José Pérez, que poseían la fundición Encarnación (ubicada en paraje del Tomillar, Sierra Almagrera), y constituyeron la Sociedad Fabril Manchón y Labernia. Como comenta Fernández Bolea en su artículo "una familia velezana en el apogeo minero de sierra almagrera: los negocios de los Fernández Manchón": “Con este cambio, que suponía una ampliación del negocio fundidor, se inaugurará un floreciente período que convertirá a esta flamante sociedad durante los años centrales de la década de 1870 en la segunda compañía del ramo metalúrgico en volumen de plomo embarcado por la aduana de Garrucha, superado tan sólo por los negocios fundidores de Antonio Abellán Peñuela, y la primera en exportaciones al extranjero.”
A continuación se exponen los seis exportadores principales de plomo en el levante almeriense en el siglo XIX:
TONELADAS
DE PLOMO EXPORTADO POR EL PUERTO DE GARRUCHA
|
||||||||
AÑOS
|
||||||||
EXPORTADORES
|
1874
|
1875
|
1876
|
1879
|
1885
|
1894
|
1900
|
1902
|
Antonio
Abellán Peñuela
|
4172,2
|
3455,2
|
1987,0
|
1521,3
|
2740,4
|
2392,0
|
X
|
X
|
Guillermo
H. Huelin
|
1930,9
|
2862,3
|
3013,8
|
6131,0
|
X
|
X
|
X
|
X
|
Sres.
Manchón y Labernia
|
3232,9
|
1519,3
|
X
|
X
|
X
|
X
|
X
|
X
|
Viuda
de Labernia
|
XL
|
XL
|
2729,8
|
1266,3
|
2096,0
|
1289,0
|
1450,8 (*)
|
2045,4
(**)
|
Sres.
Anglada Hermanos
|
1208,5
|
1871,7
|
2724,1
|
2849,6
|
X
|
X
|
X
|
X
|
Manuel
Soler Goméz
|
1320,8
|
1879,2
|
2023,3
|
1240,7
|
1556,8
|
1865,0
|
X
|
X
|
X: Sin
datos o había cesado la actividad
XL: No
se encontraba constituida la Casa Comercial
(*):
Datos correspondientes a Abril, Mayo y Junio. Viuda de Labernia asociada con
José Soler y Luis Canthal.
(**):
Datos correspondientes a Enero, Febrero, Marzo, Abril y Mayo. Viuda de
Labernia asociada con José Soler y Luis Canthal.
Datos
extraídos de los periódicos El Eco de
Levante de Garrucha, El Minero de
Almagrera de Cuevas del Almanzora, así como de la tesina “La minería
almeriense en el periodo contemporáneo” del autor Pérez de Perceval. (Murcia,
1998).
|
La muerte de Labernia y la de su
socio don Diego Fernández Manchón en 1878 originó la disolución de la sociedad
fabril Manchón y Labernia. Ambas
Casas caminarían en lo sucesivo por separado.
Como gerente, el veterano don
Antonio Berruezo se hizo cargo de la gestión de la fundición San Antonio y
continuó exportando plomo por la rada de Garrucha bajo el nombre de Viuda de Labernia. Durante los doce años
que estuvo al frente de la fábrica metalúrgica siguió teniendo ésta una producción
notable.
Tras la muerte de D. Antonio
Berruezo Ayora en 1887, la gerencia pasaría a manos de D. Luis Navarro Berenguer,
que velaría por los intereses de la Casa Comercial hasta que a principios del
siglo XX cesó definitivamente su actividad la fundición San Antonio. Puede
decirse, por tanto, que dicha fábrica metalúrgica, bajo diversos nombres y
propietarios, estuvo en activo más de 60 años, hasta que la depreciación del
plomo en los mercados internacionales y los problemas derivados por la
inundación de las minas de Sierra Almagrera acabó con este antaño lucrativo
sector.
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