domingo, 19 de marzo de 2017

¿La tumba más antigua de Garrucha?


Hace tiempo leí con curiosidad el artículo “Poesía, epitafios y religión en los cementerios del Bajo Almanzora”, del autor Francisco Henares Díaz y publicado en la Revista Axarquía nº 11. En el mismo se mencionaba algo que me llamó la atención y es que en la parte dedicada al camposanto de Garrucha decía que los enterramientos más antiguos que había visto eran de 1870 y 1873. Ante esto cabe preguntarse: ¿cuál es la tumba más antigua de Garrucha?

Antes de tratar de responder esa pregunta hay que saber de qué fecha data el actual cementerio garruchero. En 1878 el Ayuntamiento de Garrucha compró al médico y masón D. Pedro Grima de los Ríos un terreno situado en el llamado Puertecico de las Escobetas para la construcción del nuevo cementerio que iba a tener el municipio, el tercero en su Historia y el que existe en la actualidad. La obra estaba prácticamente concluida hacia el 11 de junio de 1882. Por tanto, podríamos situar la década de 1880 como la de los primeros enterramientos. Sin embargo, hay tumbas que por las fechas de sus lápidas sabemos que son más antiguas. ¿Cómo es posible? Bien sencillo, algunas familias  debieron trasladar los restos de sus seres queridos del antiguo al nuevo cementerio.

Una vez comentado el origen del actual camposanto de Garrucha, podemos intentar dar respuesta a la primera pregunta planteada. Salvo que se nos haya escapado alguno, no hemos localizado nichos anteriores a los que comenta Henares, aunque también decir que no hemos podido ver algunos panteones que, por su construcción e inaccesibilidad para nosotros, se ha hecho imposible vislumbrar lo que custodian en su interior. Sin embargo, hay una excepción, que es la tumba de 1862 de doña Ginesa Cervantes Segura, que se encuentra en el Panteón de D. Francisco Berruezo López, y que probablemente sea el enterramiento más antiguo existente en Garrucha en la actualidad.

Tumba de doña Ginesa Cervantes Segura, fallecida en Garrucha el 10 de septiembre de 1862
Las iniciales A.V. podrían corresponderse con la expresión latina Ad Vitam (Aeternam),
lo que en español sería: "Por la vida eterna".

¿Y quién fue Dña. Ginesa Cervantes? Era la abuela materna de la doña María del Mar Gerez Segura, esposa de don Francisco Berruezo López. Esta señora nació en Vera el 14 de agosto de 1773, siendo bautizada el 22 de dicho mes por su tío paterno, el Presbítero y Doctor don Bartolomé Cervantes de Ramos. Era hija de don Rodrigo Cervantes de Ramos y de doña María Segura Jiménez. Sus padrinos de bautismo fueron sus tíos maternos don Francisco de Gálvez, Mariscal de Caballería de la Guarnición de Vera, y doña Ana Segura Jiménez, su mujer. 

Sus padres habían contraído matrimonio en Vera el 7 de octubre de 1772, oficiando el enlace el citado Presbítero don Bartolomé Cervantes y siendo testigos don Jaime Álvarez de Abreu y Bertodano (III Marqués de la Regalía, Caballero de la Orden de Santiago, Capitán del Regimiento de la Costa de Granada, Comandante de las Armas de la Ciudad de Vera, de la de Mojácar y su Partido, y Secretario de la Sociedad Patriótica de Amigos del País de Vera), don José del Valle (¿Brigadier de los Reales Ejércitos?) y don Juan Antonio Ruiz Garrido (Alférez del Regimiento de Caballería de la Costa de Granada y Mayordomo de las Iglesias y Fábricas de Vera y su partido; hermano del conocido Arquitecto veratense don Francisco Ruiz Garrido).

Doña Ginesa Cervantes se casó con el Oficial don Pedro Segura del Bosque en Vera el 5 de agosto de 1799; él era hijo del Tallista y Sobrestante de Obras Públicas D. Alfonso Segura, natural de Granada. Fruto de este matrimonio nacería en Cuevas doña Concepción Segura Cervantes, que acabaría casándose en Vera en 1835 con don Bernardo Gerez Soler, rico propietario y uno de los padres fundadores de Garrucha; éstos a su vez tendrían a la referida Dña. María del Mar Gerez Segura.

Finalmente, doña Ginesa falleció en Garrucha el 10 de septiembre de 1862, a los 89 años. En el momento de su óbito su familia política gozaba de una notable posición en el municipio, pues su yerno, don Bernardo Gerez, se había destacado en la consecución de la independencia de Garrucha respecto de Vera en 1861, siendo elegido Regidor y Secretario del Primer Ayuntamiento de la localidad. Unos años más tarde será también Alcalde.

Por otra parte, los Berruezo, la familia política de su nieta Dña. María del Mar Gerez Segura, disfrutaban de una gran influencia, pues en aquellos primeros años de emancipación controlaban buena parte de la política local, además de ser personalidades destacadas en el mundo de los negocios. Baste decir que el primer Alcalde de Garrucha fue el relevante comerciante don Manuel Berruezo Ayora (1861-1863), el primero de una saga de Alcaldes con este apellido, entre los que se encontrará el marido de su nieta, el potentado don Francisco Berruezo López.


domingo, 12 de marzo de 2017

A María del Mar, una dama ejemplar de Garrucha


Dña. María del Mar Gerez Segura. Hacia 1880
Col. José Berruezo García
El pasado 15 de febrero se cumplió el centenario del fallecimiento de don Francisco Berruezo López, notable prohombre que dejó profunda huella en la historia de Garrucha y el levante almeriense, y que fue oportunamente homenajeado con una Santa Misa celebrada en la Iglesia Parroquial de San Joaquín.

Sin embargo, sería injusto dejar pasar la efeméride sin recordar a su querida mujer, pues como suele decirse: detrás de un gran hombre hay una gran mujer. Por ello, queremos dedicar unas líneas a la que fue su esposa: la bondadosa Dña. María del Mar Gerez Segura.

Doña María del Mar fue una influyente dama de la alta sociedad garruchera. Era hija del rico propietario, inversor minero y destacado político local don Bernardo Gerez Soler, uno de los padres fundadores de Garrucha, y de su esposa doña Concepción Segura Cervantes. Recibió una exquisita educación, propia de aquella pujante y acaudalada burguesía minera de mediados del siglo XIX.

El 4 de marzo de 1865 contrajo matrimonio en Garrucha con don Francisco Berruezo López; ella tenía 22 años y él 23. El enlace tuvo lugar en la casa del padre de ella y fue oficiado por el cura coadjuntor don Gabriel de Haro Garrido, siendo los padrinos don Manuel Berruezo Ayora y su esposa doña Carmen Caravaca Hernández, y testigos don Pedro Berruezo Soler, don Juan Francisco Berruezo Torres y don Asensio Fernández Morán, significados familiares y personalidades de la localidad. Fruto de este matrimonio nacieron seis hijos, aunque sólo cinco de ellos llegaron a edad adulta: Pedro, Bernardo, Francisco, Concha y Mariquita Berruezo Gerez, los que andado el tiempo harían historia en Garrucha.

Mucho podría decirse de la mujer ejemplar que fue, pero qué mejor que sea la prensa de época la que nos la recuerde con el siguiente artículo que escribió el erudito escritor don José Bueno (pseudónimo Lusitania) con ocasión de su fatídico fallecimiento en enero de 1912.

Doña María del Mar Gerez de Berruezo
Anoche a las siete, entregó su alma a Dios confortada con los auxilios de nuestra Religión, la muy distinguida señora Doña María del Mar Gerez Segura, esposa de nuestro queridísimo y respetable amigo el rico propietario y comerciante don Francisco Berruezo López, y madre política del opulento capitalista y hombre de negocios don Simón Fuentes Caparrós.
Una cruel y larga dolencia adquirida a raíz de la nunca bastante llorada y prematura muerte de su hijo, el inolvidable amigo Bernardo Berruezo, ha llevado al sepulcro a aquella dama, modelo de madres, de esposas, de cristianas, doña María del Mar Gerez constituyó durante muchos años, casi todos los de su vida ejemplar, algo peculiar y característico de Garrucha, que la tenía por hija predilecta y hermoso modelo a quien imitar en todo.
Desde su cargo de Camarera de Nuestra Señora de las Angustias, fue una firme baluarte de la fe católica, una mano siempre dadivosa para el pobre, una fiel guardadora de las costumbres populares de este pueblo creyente y bueno.
Cuantos la conocieron venerarán su memoria, como la respetaron y amaron en vida; para todas las clases sociales fue una bienhechora constante, una amiga sincera que no vacilaba ante el propio sacrificio, si necesario era. Doña María del Mar fue ante todo un gran corazón.
Ha fallecido relativamente joven, y deja un vacío muy difícil de llenar, tanto por sus talentos, como por sus dotes de dama caritativa y noble. Esta desgracia sume en duelo a las principales familias de Garrucha, con quien estuvo emparentada en vida tan llorada señora.
Apenas fue conocido el triste fin, la casa mortuoria se vio invadida por todo el pueblo, deseoso de unirse al justo dolor de la familia.
A toda ella enviamos la más sincera y cordial expresión de nuestro pésame: al esposo infortunado, a las hijas cariñosas, a los hijos que tanto la veneraban… Y al desearles a todos la resignación cristiana necesaria para sobrellevar tan rudo golpe, nos complacemos en pensar que Dios Misericordioso habrá dado ya a aquella gran alma el premio que merecía por sus virtudes.
El cadáver, contenido en el lujoso féretro rodeado de multitud de artísticas coronas fue colocado en una severísima capilla ardiente, en la que cual fue velado por deudos, amigos, dependientes de la casa y de la Corporación Municipal, que está presidida por don Pedro Berruezo, hijo de la difunta.
Su entierro, verificado esta tarde, ha sido una imponente manifestación de duelo, en el que han tomado parte los habitantes de todos los pueblos de esta zona, que han enviado nutridas comisiones para que los representen.
LUSITANIA
24 Enero 1912
(La Independencia, Almería, 27 de enero de 1912)