domingo, 19 de abril de 2015

Evolución demográfica de Garrucha (1845-2014)


Panorámica de Garrucha. Año 1900. Fotógrafo: F. de Blain.
(Extraída Archivo Diputación Almería)

Es necesario para comprender la Historia de Garrucha hacerse una idea, aunque sea genérica, de cómo evolucionó demográficamente dicho municipio a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX y siglo XX; la época en la que les tocó vivir a la mayoría de los biografiados en este blog.

Garrucha empezó a crecer demográfica y económicamente al albor del comercio y la minería, tras el descubrimiento en 1838 de los filones de plomo argentífero en Sierra Almagrera (Cuevas de Almanzora). Gracias a ello, se construyeron fundiciones mineras en el municipio, como fue la de San Ramón en 1841, promovida por la familia Orozco, y la de San Jacinto en 1860, creada a instancias de la familia Anglada. Entre otras fundiciones mineras del levante almeriense que exportaban por la rada de Garrucha, cabe destacar la de San Antonio, ubicada en Los Lobos (Cuevas del Almanzora), propiedad familiar, a cuyo frente estuvo Don Antonio Berruezo Ayora desde 1875.

En poco tiempo Garrucha se convirtió en puerto natural exportador de gran parte de la riqueza minera del levante almeriense, aumentando su importancia territorial hasta situarla entre las villas comerciales e industriales más importantes de España.

Gracias al Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar realizado por D. Pascual Madoz entre 1846 y 1850 se puede conocer la población de Garrucha en 1845, cuando todavía era una pedanía de Vera: 1203 habitantes. Dato histórico de importancia y que es tomado en esta entrada como punto de partida para estudiar la evolución del municipio. Además y gracias también a los datos aportados por los Censos de Población de los municipios de la provincia de Almería que existen para Garrucha desde 1860 hasta el presente, se puede elaborar el siguiente gráfico ilustrativo de la evolución demográfica de la villa:


Garrucha, pese a remontarse su origen a tiempos remotos, surge como villa independiente segregada de Vera el 1 de enero de 1861 (Ver: D. Manuel Berruezo Ayora. Parte IV. Primer Alcalde de Garrucha).

La creación de Garrucha como municipio independiente fue una realidad gracias a importantes familias almerienses como los Berruezo y los Orozco, asentadas a principios de los años 40 del siglo XIX como comerciantes e industriales de gran transcendencia para la villa. Estas familias supieron adelantarse y ver en Garrucha el futuro importante enclave geoestratégico comercial en que se iba a convertir en los años venideros con la incipiente industria minera y no dudaron en promover su constitución.

El primer Alcalde de Garrucha, como ya se ha visto, fue D. Manuel Berruezo Ayora, próspero comerciante, propietario e inversor minero, que gobernó sobre una población de poco más de 2000 habitantes. Bajo su excelente mandato de 1861 a 1863, el municipio fue dotado de Municipalidad Independiente, Administración de Aduanas y Rentas Estancadas, Ayudantía de Marina, Sanidad Marítima, Compañía de Carabineros del Reino, Intervención de Minas, Feria, la Fundición de plomos San Jacinto, médico y viceconsulados inglés y francés. Además se aprobó la construcción del Ayuntamiento, cárcel y Escuela de Instrucción. Como dijeron en su obra de 1921, Historia de Garrucha, los autores Ramón de Cala López y Miguel Flores González-Grano de Oro: “…aquel primer Ayuntamiento de Garrucha hizo por la población en un año más que todos los que le han seguido hasta nuestra época, demostrando verdadero cariño al pueblo y una voluntad firme y decidida de trabajar por su bien; ejemplo que debieran imitar todos los ciudadanos… He aquí la obra de unos cuantos patriotas.”.

En las décadas de 1860, 70 y 80 se consolida el auge demográfico de Garrucha al compás del enorme trabajo que originaba su rada como consecuencia del comercio y la exportación de la riqueza minera del levante almeriense. Destaca con especial importancia económica para Garrucha la procedente de las minas de Sierra Almagrera y de las minas ferruginosas de Bédar. 

Muchas familias de la alta burguesía del levante almeriense se vincularon al sector minero al ser un negocio que generaba enormes beneficios, como fue el caso de la familia Berruezo. En este sentido cabe destacar las figuras históricas familiares de Don Manuel Berruezo Ayora, Don Francisco Berruezo López, Don Pedro Berruezo Soler, Don Juan Francisco Berruezo Torres, Don Cleofás Berruezo Castaño, etc.

En esos años, Garrucha se convirtió en uno de los puertos comerciales más importantes de España, con la llegada anual de centenares de buques mercantes y de pasajeros. Asimismo, la villa se transformó en un municipio muy cosmopolita y atractivo con la llegada de acaudalados inversores españoles y extranjeros. Se implantaron diversas casas consulares, como por ejemplo, las de Alemania, Austria-Hungría, Francia, Grecia, Estados Unidos, Inglaterra, Italia, Portugal, Noruega, Uruguay y Perú.

La siguiente imagen da idea de la posición de Garrucha en la exportación de hierro con respecto a otros importantes puertos industriales de España:

El Eco de Levante (Garrucha, 8/5/1901)

En 1910 la alta burguesía garruchera (familias como la Berruezo, Durbán, Gea, Moldenhauer, Fuentes, Segura…) vivían en la opulencia en un municipio que había multiplicado por tres su población desde su constitución en 1861 y ya contaba con más de 6300 habitantes. Todo ello debido a varias décadas de bonanza económica en la que se exportaba al extranjero grandes cantidades de minerales (talco, plomo e hierro, fundamentalmente), esparto, mármoles y otros productos.

Con el inicio de la Primera Guerra Mundial en 1914 y la consiguiente posguerra iniciada en 1918, que originaría una enorme crisis económica a nivel internacional que duraría años, Garrucha sufrió un enorme y durísimo retroceso financiero al paralizarse el comercio de la minería. Los países beligerantes en la Gran Guerra que tenían altas inversiones e intereses económico en el levante almeriense cesaron su actividad. Garrucha, basada principalmente su economía en la exportación nacional e internacional de minerales, se vio arrastrada a la crisis global y se originó un terrible paro obrero, que desencadenó una fuerte emigración y miseria en Garrucha, ya que la economía basada en la pesca resultaba insuficiente.

Ya, desde principios del siglo XX, las élites intelectuales y adineradas del municipio viendo la dependencia de la minería para las arcas garrucheras y su carácter temporal, pedirían con agónico tesón y clamor popular la construcción del ferrocarril de Lorca a Almería con un ramal que pasase por Garrucha o Vera, ya que era la única forma de motivar y regenerar la economía de la comarca. En este sentido cabe destacar la excepcional defensa a ultranza de la construcción del ansiado ferrocarril efectuado por Don Francisco Berruezo López y Don Bernardo Berruezo Gerez, éste último desde su posición como redactor en el periódico de tirada local “El Eco de Levante” de Garrucha y nacional “El Liberal” de Madrid. La construcción de la citada línea férrea hubiera supuesto una completa redención, ya que la región poseía unas infraestructuras de caminos y carreteras pésimas, que hacía inviable un comercio rentable económicamente por tierra.

Garrucha continuaba decadente en los años 20 y 30 del siglo XX porque apenas nada mejoraba. Jamás se construyó el ferrocarril ni tampoco parecía importarle a los diferentes Gobiernos de España el mal que se cernía sobre los municipios del levante almeriense. Sólo las destacadas familias que tenían inversiones más allá de la minería pudieron capear el fuerte declive económico y asistir dentro de lo posible a los más necesitados de Garrucha. Quizás lo más destacable de estos años fuese el inicio en 1931 de la construcción del puerto de Garrucha, una obra que llegaba más de 40 años tarde. Hay que recordar que siendo Alcalde Don Francisco Berruezo López se elevó en 1888 carta al Ministro de Fomento solicitando esta construcción. Hasta entonces el comercio había sido por la rada de Garrucha con ayuda de embarcaciones como se ilustra en la fotografía siguiente:

Buque descargando en Garrucha. Hacia 1900. Fotógrafo: F. de Blain

En 1930 Garrucha había perdido 2000 habitantes respecto a su situación en 1910, lo que da idea de la emigración progresiva que sufrió el municipio tras el gran paro obrero como consecuencia el inicio de la Primera Guerra Mundial y la paralización de la minería. Garrucha perdió un tercio de su población.

Vista aérea de Garrucha en la actualidad

En 1940 la población cayó hasta los 3000 habitantes, en treinta años había perdido la mitad de su población, atrás quedaron los años dorados en los que Garrucha ostentó más de 6300 habitantes. En el año 1981 el municipio contaba con la misma población que en 1940, que a su vez era la misma que en 1877, una triste situación reflejo de una fuerte emigración. Garrucha sufriría una merma constante de habitantes hasta que poco a poco fue recuperándose a finales del siglo XX. Hoy día es un pueblo de atractivo turístico para veraneantes. Su comercio y economía está principalmente basada en el turismo, la pesca y la exportación de yeso. Actualmente Garrucha cuenta con más de 8500 habitantes y con posibilidades de un mayor desarrollo.

2 comentarios:

  1. En primer lugar felicitarle por tan magnífico trabajo. Su artículo nos muestra una realidad; que sucedió en todas las zonas rurales de Andalucía -sin excepción- la fuerte emigración dejó despoblada a casi toda la región. Unos se recuperaron con el paso de los años, como Garrucha, y otros no, llegando casi a la desaparición.
    Me ha encantado dar con su blog, y ha sido un placer leerle.
    Un cordial saludo.

    P.D. Tengo el censo oficial de Garrucha de 1910 y tenía entonces 5899 habitantes, además de algunas fotografías de este pueblo de 1912. Tan pronto pasen estas calores prepararé una entrada con ellas, y me comprometo con usted, en avisarle, por si es de su agrado verlas.
    Y disculpe, no es mi intención hacer publicidad de mi blog, simplemente, es que pienso que le puede gustar.

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    1. Muchas gracias por su comentario, Manuel. Estaré encantado de leer la entrada que haga en su blog sobre Garrucha.

      Un cordial saludo.

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