Dos fechas principales fueron las
que abatieron la vida de Don Francisco Berruezo López.
La primera y más dura fue la
muerte en Garrucha de su muy querido hijo, Don Bernardo Berruezo Gerez, el 27 de
junio de 1908, a la temprana edad de 33 años. Con suma impotencia tuvo que ver
como se apagaba progresivamente la vida de su hijo; ni los cinco mejores médicos de
Almería que contrató para que lo atendieran constantemente pudieron salvarle la
vida, unas repentinas fiebres palúdicas acabaron con su existencia en el apogeo
de su vida.
La segunda fecha fatídica fue el
23 de enero de 1912, su esposa, su gran compañera de viaje en esta vida, su
apoyo en los difíciles momentos, falleció en Garrucha a la edad de 68 años.
Mucho podría decirse de esta caritativa, bondadosa y bien considerada Hija Predilecta de Garrucha, pero que mejor que sea el artículo que dedicó la
prensa a su muerte:
Doña María del Mar Gerez de Berruezo
Anoche
a las siete, entregó su alma a Dios confortada con los auxilios de nuestra
Religión, la muy distinguida señora Doña María del Mar Gerez Segura, esposa de
nuestro queridísimo y respetable amigo el rico propietario y comerciante don
Francisco Berruezo López, y madre política del opulento capitalista y hombre de
negocios don Simón Fuentes Caparrós.
Doña María del Mar Gerez Segura Col. José Berruezo García Cortesía María José Berruezo Serrano |
Una
cruel y larga dolencia adquirida a raíz de la nunca bastante llorada y
prematura muerte de su hijo, el inolvidable amigo Bernardo Berruezo, ha llevado
al sepulcro a aquella dama, modelo de madres, de esposas, de cristianas, doña
María del Mar Gerez constituyó durante muchos años, casi todos los de su vida
ejemplar, algo peculiar y característico de Garrucha, que la tenía por hija
predilecta y hermoso modelo a quien imitar en todo.
Desde
su cargo de Camarera de Nuestra Señora de las Angustias, fue una firme baluarte
de la fe católica, una mano siempre dadivosa para el pobre, una fiel guardadora
de las costumbres populares de este pueblo creyente y bueno.
Cuantos
la conocieron venerarán su memoria, como la respetaron y amaron en vida; para
todas las clases sociales fue una bienhechora constante, una amiga sincera que
no vacilaba ante el propio sacrificio, si necesario era. Doña María del Mar fue
ante todo un gran corazón.
Ha
fallecido relativamente joven, y deja un vacío muy difícil de llenar, tanto por
sus talentos, como por sus dotes de dama caritativa y noble. Esta desgracia
sume en duelo a las principales familias de Garrucha, con quien estuvo emparentada
en vida tan llorada señora.
Apenas
fue conocido el triste fin, la casa mortuoria se vio invadida por todo el
pueblo, deseoso de unirse al justo dolor de la familia.
A
toda ella enviamos la más sincera y cordial expresión de nuestro pésame: al
esposo infortunado, a las hijas cariñosas, a los hijos que tanto la veneraban…
Y al desearles a todos la resignación cristiana necesaria para sobrellevar tan
rudo golpe, nos complacemos en pensar que Dios Misericordioso habrá dado ya a
aquella gran alma el premio que merecía por sus virtudes.
El
cadáver, contenido en el lujoso féretro rodeado de multitud de artísticas
coronas fue colocado en una severísima capilla ardiente, en la que cual fue
velado por deudos, amigos, dependientes de la casa y de la Corporación
Municipal, que está presidida por don Pedro Berruezo, hijo de la difunta.
Su
entierro, verificado esta tarde, ha sido una imponente manifestación de duelo,
en el que han tomado parte los habitantes de todos los pueblos de esta zona,
que han enviado nutridas comisiones para que los representen.
LUSITANIA
24 Enero 1912
(La Independencia, Almería, 27 de
enero de 1912)
El mazazo que supuso para
Garrucha y para Don Francisco Berruezo López e hijos la muerte de Doña María
del Mar Gerez, todavía era manifiesta al año siguiente de su fallecimiento:
Con
inusitada concurrencia de toda la región, se han celebrado en esta Iglesia
Parroquial (San Joaquín de Garrucha) unos solemnísimos funerales en sufragio
del alma de doña María del Mar Gerez Segura de Berruezo, ejemplar señora cuya
muerte es más sentida cada día que pasa, por haber dejado un vacío muy difícil
de llenar, por sus virtudes y por su exquisito trato social.
En
el primer aniversario de su fallecimiento, reiteramos a su distinguida familia,
especialmente a su viudo don Francisco Berruezo López, y a su hijo político el
rico banquero y comerciante don Simón Fuentes, la expresión de nuestro más
sincero pésame y profunda simpatía.
LUSITANIA
(La Independencia, Almería, 28 de
enero de 1913)
A pesar de tan dolorosas pérdidas
y los achaques de salud propios de su edad, Don Francisco Berruezo López,
siguió hasta el momento de su muerte al frente de los negocios familiares junto
a sus hijos Don Pedro y Don Francisco Berruezo Gerez.
Finalmente, el 15 de febrero de 1917 falleció Don Francisco Berruezo López, a la
edad de 76 años. La noticia corrió como la pólvora por Garrucha, donde todo el
pueblo en procesión abarrotó la casa del finado, situada en la Plaza de Abastos
(hoy Plaza de Pedro Gea), para acompañar y llorar junto a la familia de tan ilustre personaje, ese máximo
representante de la segunda generación de la familia Berruezo que dejó profunda
huella en la Historia de Garrucha.
Su muerte causó una profundísima
conmoción en el levante almeriense, ya que durante toda su vida había sido una
destacada personalidad en todos los ámbitos, ya fuese en el político,
económico, diplomático, religioso, minero… El periódico de Almería, El Día, abrió con su
fallecimiento primera página, se exponen un par artículos que tributó la prensa a su muerte:
D. Francisco Berruezo López
El
telégrafo con su triste laconismo nos comunica una fatal noticia. Desde la
mañana del 15 de actual llora Garrucha la pérdida de una relevante personalidad
de aquel pueblo, don Francisco Berruezo López, que a su desahogada posición
social unía tal respetabilidad y tales condiciones de carácter, que mereció
durante su larga y caballerosa vida la estimación unánime de cuantos le
conocieron.
En
política fue siempre liberal y hoy militaba en las filas de los incondicionales
amigos del ilustrado diputado a Cortes por Vera don Augusto Barcia. Los
achaques de sus últimos años le tenían algo retraído en el seno de su amorosa
familia, y aunque su naturaleza se resentía por el desgaste de los años, su
espíritu juvenil y abierto a todo lo noble y lo altruista, le daba alientos
para luchar con sus males, sin que jamás perdiera aquel “sprit”, aquel
humorismo tan fino, tan discreto… ¡tan suyo!
En
esta casa de EL DIA se le estimaba y se le quería de todo corazón. Por eso su
muerte nos ha impresionado grandemente dejándonos en el alma perdurable
amargura…
A
sus hijos, por quienes tanto afecto sentimos; a su hijo político nuestro
entrañable amigo y correligionario D. Simón Fuentes, y a toda su distinguida
familia enviamos la expresión de nuestro más profundo pesar, tan grande como el
cariño que en vida tuvimos al caballero sin tacha que se llamó don Francisco
Berruezo López.
(El Día, Almería, 17 de febrero
de 1917)
D. Francisco Berruezo López
Hoy
ha tenido lugar en esta población (Garrucha) el entierro de don Francisco
Berruezo López, caballero de la Real Orden de Isabel la Católica y vicecónsul
de Portugal en esta villa, cuyo fallecimiento a los setenta y siete años de
edad, tuvo lugar ayer a las nueve y media de la mañana.
No
queremos dejar que pase tan triste acontecimiento sin tributar un respetuoso
recuerdo al que en vida fue una distinguida personalidad, de lo más selecto de
esta sociedad, y que por sus excelentes condiciones de bondad y caballerosidad,
bien definidas en todos sus actos, así públicos como privados, mereció el
aprecio y consideración de todos cuantos tuvimos la alta honra de frecuentar su
amistad. Y ello lo acredita, la nunca vista manifestación de profundo duelo que
se le hizo, a la que no solo contribuyó este pueblo sino que de los limítrofes
hubo inmensa afluencia de forasteros de todas las clases sociales que rindieron
al finado el último y más estimable de los homenajes, acompañándolo hasta su
última morada.
En
señal de duelo, el comercio sin excepción cerró sus puertas, presentando
Garrucha el más triste de los aspectos.
Llevaron
las cintas del riquísimo féretro los señores don Pedro Gea López, banquero; don
Gonzalo Plá y Oliva, comerciante; don José López Campos, comerciante; don
Antonio Lacal Montenegro, médico; D. Telesforo Segura López, comerciante; y don
Pedro Cánovas, propietario de Turre.
Presidieron
el duelo D. Simón Fuentes, hijo político del finado; D. Juan José Giménez
Canga-Argüelles y don José Fuentes Caparrós.
Reiteramos
nuestro más sentido pésame a la respetable familia del que en vida fue nuestro
entrañable y cariñoso amigo.
EL CORRESPONSAL
Garrucha 16 Febrero 1917
(El Día, Almería, 20 de febrero
de 1917)
En su peregrinación hacia el
descanso eterno en el Panteón familiar lo acompañaron cientos de personas, por
no decir miles. No se recuerda en Garrucha entierro tan multitudinario. Se vieron en su entierro a todas las clases sociales sin
distinción alguna, desde las más altas personalidades de Garrucha, Vera,
Mojácar, Cuevas del Almanzora, Turre… y representaciones de la principales
familias de Almería, hasta esa gran clase humilde, trabajadora y honrada, que
sintió su muerte como si hubiese fallecido un padre. Aquel padre que dio dinero a manos llenas a los más necesitados. Aquel amparo de la clase
trabajadora en una época tan dura. Aquel buen cristiano que inculcó a sus hijos ese amor
fraternal y paternal hacia el prójimo desvalido. Aquel matrimonio
Berruezo-Gerez tan dadivoso y caritativo hacia los sufrimientos de sus
semejantes más necesitados.
El municipio quedó huérfano de uno de sus mayores baluartes. Se fue uno de los máximos
impulsores de la prosperidad y progreso de Garrucha. Se fue uno de los mayores promotores y custodios de las tradiciones populares garrucheras. La Semana Santa del municipio de ese año 1917 se vistió de luto con crespones negro, había fallecido uno de sus mayores contribuyentes (Ver: Los Berruezo y la Semana Santa de Garrucha). Se fue aquel Hijo Ilustre
de Garrucha, se fue aquel esclarecido patricio, se fue aquel gran filántropo, se fue aquel gran hombre, se fue aquel caballero sin tacha, ejemplo de admiración y veneración, que
fue conocido por todos por el nombre de Don Francisco Berruezo López.
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