Semana Santa de Garrucha. Paseo del Malecón, al fondo Ayuntamiento. Hacia 1930. Fotógrafo: J. Garrido Col. José Berruezo García |
LA SEMANA SANTA EN GARRUCHA
Como es de costumbre desde que
Garrucha existe, también se han celebrado este año con gran entusiasmo y esplendor
las fiestas de Semana Santa y los pasos de la Pasión y Muerte de Nuestro Señor
Jesucristo, ceremonia esta última importada de Vera, de donde es oriunda casi
toda esta población.
Cuentan las personas que
alcanzaron aquellos tiempos, que antes de que Garrucha fuese pueblo
independiente, y de que se hubiese implantado aquí la costumbre de los Pasos,
todo el vecindario se trasladaba a Vera, Mojácar o Turre, para presenciarlos,
presentando nuestra población tristísimo aspecto, con todas sus casas cerradas
y abandonadas. En vista de ello, las personas de viso de Garrucha, acordaron
realizar aquí también estas fiestas, y desde entonces y sin interrupción se ha
venido celebrando, sin que, a pesar de lo grotesco que en algunas ocasiones
resultan algunos Pasos, haya habido autoridad civil ni eclesiástica que se
lanzara a suprimirlos. Tan arraigados están en el pueblo.
En Garrucha existen tres
Hermandades o Cofradías: la de San Juan, de la que es Mayordomo D. José Peña;
la de Nuestro Padre Jesús, con su Mayordomo D. Bartolomé Quesada y la de
Nuestra Sra. de las Angustias, de la que lo es D. Francisco Berruezo López.
Todas rivalizan en entusiasmo,
hasta el punto de que no existiendo en Garrucha más que una banda de música,
contratada por la Hermandad de Jesús, la de la Virgen, considerándose desairada,
ha traído todos los años una excelente música forastera, para que acompañe a la
hermosa Imagen en todas las Procesiones. Este año ha sido contratada la
excelente Banda Blanca, de Huércal-Overa.
Las procesiones han sido
espléndidas, llamando la atención, como todos los años, los magníficos tronos
en que las imágenes iban colocadas. Se puede decir que en esto echan el resto
las Hermandades, hasta el extremo de que pocas poblaciones de España los
igualan.
La concurrencia en la Plaza,
durante los Pasos y Sermones, era todo lo grande que las dimensiones de ella
podían tolerar. Se habían colocado por un oportuno industrial varias filas de
bancos, cuyos asientos se pusieron a la venta, no quedando uno vacío en los
días, Jueves y Viernes Santo. Los sermones, a cargo de nuestro Párroco D. Juan
Bautista Sánchez y de su hermano D. Cristóbal, tan elocuentes y sentidos como
todas las oraciones sagradas que pronuncian. Los Pasos interpretados con “amore”,
pero haciendo ver a la ilustrada concurrencia que están llamados a desaparecer (creemos que las Hermandades así lo han acordado para los años sucesivos;
veremos si se cumple el acuerdo) en gracia a la solemnidad de estos días, que
no queda respetada ni guardada entre la algazara de una gran concurrencia, que en
días de ayuno y recogimiento hace gran consumo de torraos, turrón y vino. ¡Pero
vaya V. a criticar costumbres populares tan antiguas! ¡Predicar en desierto!
De todas las Procesiones, la más
notable, la más importante es la del Santo Entierro, organizado por la
Hermandad de la Virgen de las Angustias. Su larga carrera la hace durar más de
cinco horas, y como se verifica de noche (noche espléndida de Luna, este año)
el gran número de fieles, y los hermosos tronos adornados con artísticas bombas
de cristal en gran profusión, dentro de las que ardían sus correspondientes bujías,
le dan un aspecto solemne, de grandeza tal que deja el ánimo suspenso y lo
encamina a la meditación de los hermosos Misterios que se celebran.
En suma, el pueblo de Garrucha
puede estar orgulloso de su Semana Santa, cuyas fiestas celebra por cuestación pública
que realizan las Hermandades, obteniendo todos los años cuantiosos gastos. A
pesar de la gran afluencia de gente de todas clases, no ha habido que lamentar
desgracias ni delitos de ninguna especie, lo que da alta idea de la sensatez
del vecindario.
(El Eco de Levante, Garrucha, 11
de abril de 1901)