Con el inicio del gobierno progresista en España en 1854 se iniciaron también en Garrucha los movimientos independentistas de manos de destacadas familias de ideología liberal como los Berruezo, Orozco, Gerez… asentadas allí y que poseían altos intereses económicos en esta pedanía de Vera.
El aumento de población y del
comercio, y la cada vez más incipiente minería de la región hizo que las
importantes familias asentadas en Garrucha promovieran su segregación respecto
de Vera. Una de las más destacadas que participó activamente en la consecución
de la ardua y difícil tarea de la segregación fue la familia Berruezo.
Supieron ver en Garrucha el futuro importante enclave geoestratégico comercial
en que se iba a convertir en los años venideros al excelente ritmo de la industria
minera y no dudaron en promover su constitución como municipio independiente.
Isabel II, Reina de España, concedió la independencia de Garrucha |
Vera creó una campaña
de descrédito sobre Garrucha y sus prohombres en diversos periódicos y misivas
dirigidas al Ministro de Gobernación y al Gobernador Civil de Almería. De nada
sirvieron las gestiones que hizo Vera, tan sólo para frenar dos años lo que ya
era irreversible.
Entre tanto, el Gobernador nombró
Alcalde Pedáneo de Garrucha a Don
Pedro Berruezo Soler el 3 de enero de 1859. Estuvo en el cargo hasta que en
junio de ese mismo año cesó como consecuencia de haber sido nombrado Contador
de la Aduana de Garrucha.
Finalmente, la orden del
Gobernador Provincial de 23 de diciembre de 1860 obligaba a cumplir la Real
Orden de 16 de marzo de 1858 y comunicaba al Ayuntamiento de Vera que colaborase
con el de la naciente Garrucha para la demarcación jurisdiccional. Como era de
esperar, a Vera no le quedó otra que aceptar la segregación, pero no pondrá
fácil ceder un palmo de su todavía considerado territorio.
Garrucha nació como municipio
independiente el 1 de enero de 1861, como así se recoge en el Acta de
Constitución de su primer Ayuntamiento:
En
la población de Garrucha, a primero de enero de mil ochocientos sesenta y uno,
siendo las diez de su mañana, se reunieron en las salas donde provisionalmente
se han de celebrar las sesiones, los Sres. Don Tomás Latorre, Alcalde Pedáneo
de ésta, Don Manuel Berruezo y Don José Laguna, Don Pedro Berruezo Soler, Don Bernardo Gerez Soler, Don Andrés
Cervantes Quesada, Don Alfonso Cervantes Quesada y Don Felipe Rodríguez
Clemente, que han sido nombrados por el Señor Gobernador Civil de esta
provincia para componer el Ayuntamiento que ha de principiar a funcionar en
este día, mediante la Real Gracia concedida por S.M. la Reina Doña Isabel II
(Q.D.G.) para segregar a este pueblo de su matriz Vera, accediendo así a los
deseos de este vecindario, todo lo cual aparece del oficio de aquella Superior
Autoridad, de 23 de Diciembre último, que se pone de manifiesto, y de los
nombramientos especiales, de fecha del 22 para Alcalde y Teniente que también
exhibieron los Señores que han merecido este honor Don Manuel Berruezo y
Don José Laguna. En su mérito, el Señor Alcalde Pedáneo, en acatamiento de la
orden del Sr. Gobernador, que está de manifiesto y en la que se ordena que
desde este día ha de funcionar la Municipalidad nombrada, visto el art. 46 del
Reglamento para la ejecución de la Ley vigente de Ayuntamientos, por el que se
dispone que el Alcalde entrante preste el juramento en manos del saliente.
Considerando que en este pueblo la única autoridad local que existe es el
repetido Sr. Alcalde Pedáneo, que debe cesar en sus funciones y en
obedecimiento así mismo a la invitación oficial que se le ha pasado para llenar
aquella formalidad, dicho Señor Alcalde Pedáneo recibió el oportuno juramento
al nombrado para el presente año, Sr. Don Manuel Berruezo, quien lo prestó
en manos de aquel, jurando por Dios y los Santos Evangelios guardar y hacer
guardar la Constitución de la Monarquía y las leyes, ser fiel a S.M. Doña
Isabel II y conducirse bien y lealmente en el desempeño de su cargo.
Acto
seguido, el Sr. Alcalde juramentado exigió del Sr. Teniente y Regidores Don
José Laguna, Don Pedro Berruezo, Don
Bernardo Gerez, Don Tomás Latorre, Don Andrés Cervantes, Don Alfonso Cervantes
y Don Felipe Rodríguez, el correspondiente juramento, que fueron prestando en
manos de su merced, bajo la misma fórmula ya expresada, verificando lo cual, el
inducido Sr. Alcalde, en alta voz y en justa observancia de la Ley y órdenes
superiores, declaró constituido el Ayuntamiento interino de este pueblo.
Esto
así verificado, la corporación acordó consignar en este Acta, un voto público y
solemne a gratitud a nuestra Augusta Soberana Doña Isabel II (Q.D.G.) y a su
Ilustrado Gobierno, por la concesión que ha tenido la dignación de otorgar a
este pueblo, segregándolo de la Ciudad de Vera, y al Sr. Gobernador de la
provincia por la parte que le ha cabido poniendo en ejecución el Real mandato:
que se anuncie este acto al vecindario para su conocimiento y que participe de
la grata emoción de que este Municipio se haya poseído por ser un
acontecimiento que ha de producir infinitos bienes a este pueblo, tanto en el
desarrollo de sus intereses materiales, cuanto en el de su razón moral y
religiosa.
Que
con rectificación de este Acta, se participe al Sr. Gobernador el cumplimiento
de su superiores disposiciones; y por último nombrar como secretario interino,
para que Certifique, a Don Bernardo Gerez Soler, uno de los Regidores de esta
municipalidad, por no tener, al presente, en este pueblo otra persona apta para
el desempeño de este cargo.
Y
lo firman los Señores presentes, de que yo el Secretario interino que acepto,
certifico.
Manuel
Berruezo, Tomás Latorre, José Laguna, Pedro
Berruezo, Andrés Cervantes, Alfonso Cervantes, Felipe Rodríguez.
Fui
presente, Bernardo Gerez, Regidor Secretario. Todos rubricados.
(Actas Capitulares. Sesión 1 de
enero de 1861. Archivo Municipal de Garrucha)
Como se deja ver en el Acta de
Constitución, Don Manuel Berruezo Ayora fue designado Alcalde del Primer
Ayuntamiento de Garrucha y Don Pedro Berruezo Soler, Regidor. Tras la
proclamación del gobierno municipal, exhortó el Alcalde: "Que
se anuncie este acto al vecindario para su conocimiento y que participe de la
grata emoción de que este municipio se haya poseído, por ser un acontecimiento
que va a producir infinitos bienes a este pueblo".
Si difícil fue constituir el
municipio como independiente, no menos complicado fue el inicio de la andadura
de Garrucha en solitario. Aquel primer equipo de gobierno tuvo que enfrentarse
en aquellos primeros años, con su mayor empaque, al desprecio continuo por
parte de los veratenses, que no querían aceptar la secesión, y en parte con los
mojaqueros, que pleitearon durante siglos con Vera por la soberanía de
Garrucha y siempre soñaron con apoderarse de ella. Incluso tuvieron que
lidiar en esos primeros momentos de emancipación con una pequeña facción de
vecinos de Garrucha reacios al cambio y que abogaban por volver a Vera, su
matriz.
Vista panorámica de Garrucha a finales del siglo XIX. Fotógrafo: F. de Blain |
El primer equipo de Gobierno, que
estuvo en el poder hasta 1863, ha sido considerado por la historiografía clásica como el mejor que ha tenido Garrucha en su Historia. Bajo su mandato la villa
fue dotada de Municipalidad Independiente, Administración de Aduanas y Rentas
Estancadas, Ayundantía de Marina, Sanidad Marítima, Compañía de Carabineros del
Reino, Intervención de Minas, Feria, la Fundición de plomos San Jacinto, médico
titular, notario público y viceconsulados inglés y francés, que facilitó la
llegada de capital extranjero para la revitalización de la industria y el
comercio que tanto benefició a Garrucha. Además se aprobó la construcción del
Ayuntamiento, cárcel y Escuela de Instrucción.
En el libro de 1921 Historia
de Garrucha, páginas 82 y 83, sus autores resaltaron la total entrega al
pueblo por parte de la Municipalidad: “El primer Ayuntamiento de Garrucha demostró
una actividad y un interés laudable en todo lo que podía ser beneficioso a la
población… En resumen: aquel primer Ayuntamiento de Garrucha hizo por
la población en un año más que todos los que le han seguido hasta nuestra
época, demostrando verdadero cariño al pueblo y una voluntad firme y decidida
de trabajar por su bien; ejemplo que debieran imitar todos los ciudadanos… He
aquí la obra de unos cuantos patriotas.”
De manera similar a lo expuesto
en el párrafo anterior, ya se había pronunciado el 12 de enero de 1901 el
periódico garruchero El Eco de Levante en el artículo Garrucha
en el siglo XIX, donde se puede leer: “Aquella
primera Administración Municipal no pudo ser más recta y más conveniente a los
intereses locales en aquel primer año de emancipación, se instituyó la
Feria que anualmente se celebra desde entonces y se dio principio al
fomento de la localidad bajo la importancia de aquellos importantísimos hombres
de negocios cuyo norte consistía en mejorar y hacer que progresase Garrucha en
todo aquello que una bien entendida administración económico-social y de
Justicia reclama”.
Alegoría de la I República Española |
La Garrucha de la década de 1870
consolidaba su emancipación con un progresivo auge demográfico y económico, como
consecuencia del gran comercio que generaba. Bullía el trabajo en su rada y anualmente
arribaban centenares de buques mercantes y de pasajeros. Asimismo, la villa se
transformó en un municipio muy cosmopolita y atractivo con la llegada continua de
acaudalados inversores españoles y extranjeros. Fue lugar de veraneo de toda la élite social del levante almeriense y punto de encuentro de buena parte de la intelectualidad de Almería. Se implantaron diversas casas
consulares, como por ejemplo, las de Alemania, Austria-Hungría, Francia,
Grecia, Estados Unidos, Inglaterra, Italia, Portugal, Noruega, Uruguay y Perú. En definitiva, se convirtió en La Pequeña San Sebastián, como fue conocida en su época.
[Continuará]
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