jueves, 30 de junio de 2016

D. Simón Fuentes Caparrós (1857-1934)


D. Simón Fuentes Caparrós. Hacia 1900
(Extraída de Memoria histórica, fotográfica y documental de Garrucha 
(1861-1936). Vol. II. Ed: Ayto. de Garrucha. Autor: Juan Grima. 
Documentalista: Salome del Moral)
Don Simón Fuentes Caparrós nació el 1 de diciembre de 1857 en Carboneras (Almería). Era hijo de D. José de Fuentes Ruiz (Alcalde y Juez municipal de Carboneras) y Dña. Juana Caparrós Soto.

Criado en el seno de una familia de comerciantes, vinculados principalmente al esparto, cursó sus estudios en el Instituto de Segunda Enseñanza de Almería (1869-1873) y en el de Lorca (1873-1874), obteniendo el grado de Bachiller en este último.

Hacia 1880 debió llegar a Garrucha procedente de Carboneras, junto a otros familiares, movido seguramente por la fama de la rada de este municipio levantino como puerto principal exportador de la riqueza minera y agrícola de la comarca del Bajo Almanzora. Sin lugar a dudas, era el mejor sitio para incrementar y expandir el negocio familiar del esparto.

En aquel tiempo pretérito donde la familia Fuentes era todavía una forastera en Garrucha, un joven don Simón no tardó en entablar amistad con los Berruezo. La familia Berruezo era una de las más importantes del municipio en aquellos esplendorosos años para la villa; asentada en Garrucha desde principios de 1840 como destacados comerciantes e industriales, había sido una de las fundadoras del municipio en 1861 (el Primer Alcalde fue Don Manuel Berruezo Ayora) y mantenía desde entonces una gran preponderancia en la política, la economía y la cultura local. En este sentido conviene recordar que cuando llegaron los Fuentes en los años 80 del siglo XIX, el Ayuntamiento de Garrucha estaba presidido por los Berruezo: D. Juan Francisco Berruezo Torres y D. Francisco Berruezo López fueron Alcaldes de la villa en esa década. Asimismo, la importante Aduana y Rentas Estancadas de Garrucha llevaban el sello familiar al estar al frente de estos cargos estatales de Hacienda D. José Segura Berruezo y, anteriormente, D. Pedro Berruezo Soler. Y en el aspecto cultural, los Berruezo se habían destacado como promotores y custodios de las tradiciones populares, y fueron grandes impulsores de la Semana Santa de Garrucha. (Ver: Los Berruezo, una saga de AlcaldesLos Berruezo y la Semana Santa de GarruchaLos Berruezo y la Iglesia Parroquial de Garrucha)

D. Francisco Berruezo López. Hacia 1900
Col. José Berruezo García
Particularmente, D. Simón Fuentes buscó acercarse a D. Francisco Berruezo López. Cabe preguntarse entonces, ¿por qué hacia él? Bien sencillo. Don Francisco Berruezo tenía un carácter afable y era uno de los comerciantes, industriales, propietarios e inversores mineros más potentes que había en ese momento en Garrucha, siendo el máximo contribuyente de clase mercantil, industrial y territorial del municipio. Además, tenía un gran peso político, era Vicecónsul de Portugal y tenía un reconocido prestigio social, más aún a partir del nombramiento de Caballero de la Real Orden de Isabel la Católica que le otorgó Alfonso XII en 1885. A todo se unía algo interesante para el soltero don Simón y es que don Francisco Berruezo tenía dos hijas casaderas.

Tal fue la cercanía y buena sintonía entre ambas familias que pronto don Simón se prendó de las hijas de D. Francisco Berruezo López. Así pues, cortejó a la hija mayor, Dña. María Berruezo Gerez, pero el amor no prendió en ellos, lo que sí ocurrió con su hermana Dña. Concha Berruezo. El matrimonio se celebró en Garrucha el 11 de enero de 1888, siendo testigos del enlace D. Juan Francisco Berruezo Torres y D. Asensio Fernández Morán. Fruto de este enlace nacerían 6 hijos: D. Francisco, Dña. Juana, Dña. María, D. José, Dña. Catina y Dña. Concha Fuentes Berruezo.

Así describió el periódico La Crónica Meridional (Almería, 12/6/1884) la
participación de Doña Concha Berruezo, a la edad de 15 años, en
la Velada Musical celebrada en Vera el 1 de junio de 1884.

Familia Fuentes Berruezo. Hacia 1915. 
(Extraída del libro Memoria Fotográfica de Garrucha (1838-1936). La Historia Quieta. Vol. III)

A partir de ese momento, Don Simón formó parte de la familia Berruezo y de la mano de su ahora suegro se introdujo en las esferas de poder local, entre los prohombres del municipio, lo que le llevó a acomodarse de manera plena en la alta sociedad de Garrucha.

A nivel político, Don Simón Fuentes se adhirió firmemente a las políticas de tendencia reformista y regeneracionista que desarrollaron los Berruezo en Garrucha a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Se alineó en torno a la figura de su suegro y apoyó durante toda su vida a su cuñado y buen amigo, Don Pedro Berruezo Gerez, como Alcalde del municipio durante los largos años que estuvo al frente de la Corporación Municipal. Con el devenir de los años, el industrial carbonero se convirtió en un personaje muy influyente en la política garruchera, destacando la especial amistad que mantuvo con D. Augusto Barcia, Diputado a Cortes por el distrito de Vera en varias ocasiones.

En el ámbito profesional, don Simón Fuentes Caparrós progresó enormemente como hombre de negocios desde su llegada a Garrucha, convirtiéndose en la primera mitad del siglo XX en uno de los principales capitales del levante almeriense. Se sabe que fue banquero de 1904 hasta su muerte y que ejerció la Administración Subalterna de Tabacos. Además, su Casa Comercial, gestionada por su primo D. José Fuentes en un primer momento y posteriormente por su yerno, D. José Sanchez-Sicilia, supo encumbrarse económicamente con la exportación del esparto, con destino principal al Reino Unido. 

Sin lugar a dudas, los Fuentes vivieron su época dorada a partir de 1914, donde marcaron una diferencia significativa respecto a otras Casas Comerciales, ya que tras la paralización minera como consecuencia de la Primera Guerra Mundial muchas de las acaudaladas familias de la región, dependientes en gran medida de los beneficios que concedía la minería, vieron disminuidas sus ingresos sustancialmente, mientras que los Fuentes con su esparto se mantuvieron en las tres décadas siguientes.

D. Pedro Berruezo Gerez, en el centro con sombrero, y a su izquierda D. Simón Fuentes en una de las innumerables
jornadas de caza que disfrutaban en sus posesiones de Sierra Cabrera. Hacia 1920.

(Extraída del libro Memoria Fotográfica de Garrucha (1838-1936). La Historia Quieta. Vol. III)

En el aspecto minero, don Simón Fuentes no fue ajeno a este lucrativo negocio que, desde el descubrimiento de los filones de plomo argentífero en Sierra Almagrera en 1838, estaba generando grandes beneficios a aquellos que tenían la capacidad económica para desarrollarse en este sector. Seguramente su mentor en este asunto debió ser su suegro D. Francisco Berruezo López, uno de los inversores mineros más importantes y respetados del levante almeriense en su época. Así pues, se tiene constancia de diversas minas registradas por D. Simón Fuentes en Carboneras y Mojácar: La Fontanilla (1908), Chavarito (1908), La Fontana (1908), San José (1908), El agualid (1908), El Muluya (1910)… Se sabe también que desde principios del siglo XX y hasta aproximadamente la Gran Guerra, los Fuentes exportaban desde Garrucha mineral de hierro y yeso a través de la compañía “José de Fuentes en Liquidación”.

Casa del matrimonio Fuentes-Berruezo en la actualidad
Por otro lado, y como curiosidad, la única casa señorial que todavía se conserva en Garrucha es precisamente la que fue del matrimonio de D. Simón Fuentes y Dña. Concha Berruezo. Esa casa, que se encuentra en la actual Plaza Pedro Gea, era una de las varias propiedades que tenía D. Francisco Berruezo López en la dicha Plaza y que don Simón compró a su suegro en 1907. En esta vivienda se hospedaron diversas personalidades de la Historia de España como Kindelan o Barcia. 

Asimismo, en ese año de 1907 fue nombrado el rico industrial del esparto Vicecónsul de Noruega, un aspecto poco conocido y estudiado de su biografía.

Finalmente, don Simón Fuentes Caparrós falleció en su cortijo de “El Algarrobico” (Carboneras) el 7 de julio de 1934, a la edad de 76 años. Atrás quedaba ya la vida de este polifacético hombre de negocios, que llegó a ser conocido como “El Rey del Esparto”. Aunque murió en Carboneras, fue tan estrecha su relación con la familia Berruezo y su vinculación a Garrucha, donde era muy querido, que su cuerpo, por deseo de su esposa, fue trasladado y enterrado en el Panteón que mandó construir en Garrucha, para la familia Berruezo, su muy querido y respetado suegro don Francisco Berruezo López en 1885. 

Esquela publicada en el Diario de Almería (8/7/1934)